sábado, mayo 26, 2007

Sí, eso es. Soy detrás de mí.

¿La cuestión como respuesta?
¿La enfermedad?
Aunque hagan silencio los pasos sigilosos perforan la piel.
Te miro y me acuerdo de ella, la veo a ella.
Esos ojos frente al mar y la arena ¿Por qué?
El tiempo cansa y la espera esperándote,
has tomado vuelo.
Besos del sol, siempre el sol.
Arriba el sol antes del amanecer.
El pacto es inconsciente
el actor es inocente
brillan en el cristal
libertad.
Volverán en un vuelo de seda sobre la ciudad,
llorarán mirándose en la demasía que los circunda.
¿El final como cambio?
Pasó detrás de mí y sin pensarlo subió las escaleras.
Las piernas abiertas y al fin…
Ah! Ah! Ah!
¿Suena fuerte no?
La fricción de las palabras y ves,
el vértigo ante el desvelo del tabú
de rodillas y un susurro,
se gestan paraísos
siempre apuntan a...
siempre surgen del mismo barro.
¿Cómo es que no hay un lado oscuro?
Mentiras suaves que rozan con filo. Desgarrar con tu lengua de diamante atravesando al fuego cambia la voz, se entona afinando en la vorágine, teatralizando como uno más. La acción como figura. Morrison París, la cuestión brutal. Al final los barcos extraños espiaban tus palabras en el desierto. Invisible en la noche bailando alrededor se quiebra extasiado bajo el agua en el camino de la luna.
Intentaré recomponerme en una palabra.
Vos lo dijiste, duele y no sé partir,
sé partirme
¿Soy feliz?
Hay un jardín y hay flores.
Hay cenizas y hay canciones.
Hay muertes de ilusiones.
Hay un sol y una mañana fría
ruidos de pájaros
la mesa está servida detrás del fuego, allí,
en un pasillo real.
No es una pesadilla, no.
Un sueño en la noche de los cuerpos.
La libertad y los labios que grafican letras,
lágrimas en los ojos, la emoción
la creación conjunta es parte de la religión.

miércoles, mayo 23, 2007

La ciudad descansa en ti.

La ciudad descansa en ti
en un cuadro una canción dispersa
es el llanto, desangrar la emoción
no es un juego y estás despierta.
¿Cómo gritan si no tienen voz?
¿Cómo sueñan si ya no hay valor?
La nostalgia y el futuro, una ilusión
el dolor de nuestra tierra
nuestra miel es la espera
una calle, nuestra estrella
nuestra luz es la bandera
y estás despierta y no sabés llorar
y estás hambrienta…
la ciudad descansa en ti.
Quiebro al tiempo en silencios
echándome al sol en invierno
y no es fácil en invierno sin calor
sin abrigo sin caminos, tal vez
cerrar los ojos y poder abrir
se abre el telón y quiero salir.
Una calle, nuestra estrella
nuestra luz es la bandera
y estás despierta y no sabés llorar
y estás hambrienta
no es un juego y estás despierta…
la ciudad descansa en ti.

sábado, mayo 19, 2007

Solipsismo

Y yo desde aquí cargo y reto al anonimato, desafío al vértigo que también padezco. Creo en la inspiración. Creo en las estrellas, creo en el sol, rezo por mí, y rezo por saber de mí, la insatisfacción, la derrota como tal hay que saber asumirla. No me declararé vencedor aún cuando sólo sea un vencedor vencido. Hay un encuentro, como los habrá tantos... El barro en las palabras y el miedo a salir del espejo de una vez por todas. Hay que salir a atravesar el jardín, otra vez padeciendo a los enanos en el túnel, otra vez el riesgo físico se interpuso como dolor. Cuánto tendrá que ver el vértigo en todo este circo. Cuánto tendrá que ver la luz. Cuánto tendrá de esencia el mundo ni bien se entienda la entrega como tal, y no como recompensa. La sensación de dolor y la soledad, las palabras como flores que decoran bocas hambrientas, florecen aires de otoño que iluminan con un simple gesto. Hay un karma, es un karma. Las heridas se abren sí, y los recuerdos son ahora y siempre, el poder de convencimiento. Caer es una buena metáfora, quienes se apoyan en ella carecen de la posibilidad de subir, siempre están a la espera del rescate. Sí me incendio en palabras. Sí me incendio en dolor. Sí me incendio en sentir y no poder graficarlo. Sí me incendio en la búsqueda. Yo también quisiera poder decirlo. Yo sé que voy a decirlo. Yo creo en la interpretación y en algún punto deseo la felicidad como la reciprocidad, aún en la pertenencia a la distancia. Con los ojos cerrados estuve en la luna durante dos noches. Con los ojos cegados vi la historia en un túnel. Con los labios cansados relamiéndome la idea de la felicidad y la muerte como desconcierto y la pura definición. Aprehendan quienes lean esto. Resístanse a contestármelo. Resistan y comprendan, tal como yo no puedo hacerlo, a los comentarios alternativos, alegóricos. Sin luz tuve que estar, sin más música que el silencio y la incertidumbre misma de esperar que cese el dolor. Estoy en una casa sin ventanas, vivo en la necesidad de volar, en parte quisiera poder dejarme caer. Mí soy. Tras el velo respira el sol. Percepción en el cielo del infierno, éste habito es propicio para el enlunamiento propio y colectivo. Descúbranlo. Llueve tras el telón incluso por el miedo a dejar de actuar. Error. El sueño es eterno y el sol... es parte de la pertenencia. Nunca nada frente al tiempo, ecos que responden desde el fondo, sombras y luces que iluminan desde el mar. El lugar, tu lugar. Podés guiarme, soles hacerlo, sabés hacerlo. ¿En qué frecuencia estás? Tengo fe y creo en las conjugaciones. Hay luz aquí otra vez y en este retorno estoy recomponiéndome desde el lugar donde nunca comencé a componerme. Hay por ahí en algún lugar una cabeza que arde, una masa encefálica que padece el castigo y la presión de no sufrir represiones sobre la libertad de navegar en el terreno de los sueños aún en el panorama real sin respetar las leyes oníricas en la tierra de la razón. Es el cansancio, el hastío y la sobrecarga de roles que no condicen con el protagónico. Una infinidad de voces también se agotan en el sur incluso en el filo de la razón como un naufrago de sueños impúdicos interrumpidos por un golpe en la cabeza como símbolo del despertar. El monumento una vez más no está permitido para la exhibición salvo claro para una exhibición de acordes, parece ser que el ardor no es en este caso el temor sino más bien la imposibilidad de controlar los sueños dormidos. La mirada perdida y penetrante en el desconcierto de poderes claramente establecidos y delimitados en ser la luz o simplemente la luna para justificar la existencia del sol. Un cuerpo fatigado de sentirlo todo hasta la última gota de aire, exprimiéndose incluso por el desastre que pueda detonar el pronunciarse como símbolo, como estrella fugaz iluminando el cielo. La velocidad y la furia, en la destreza de las letras asumiendo la retención de los lugares propios vistos tantas veces como necesidad de no pensarlos, nos hizo estar ahí. Pétalos ausentes en el tallo de la historia. Vine a decir esto. Yo ya no me encargo de nadie. Esto soy yo, un eco, la resonancia. En mí, el dolor y las agujas que en la vejez de los espejos cargaré conmigo incluso en el desayuno recetado por aplacar el displacer en dosis prolongadas. Sin memoria el contexto, al tiempo, voy a cargármelo en tiempo. Me gustan las manos, y me gusta la lluvia. No me gustan las manos ajenas a la lluvia sobre todo cuando las lágrimas reflejan otro tipo de dolor. Síntesis, carezco de este poder. Una vez más, para hacer nada simplemente así como para el encuentro me bajé, me bajo también para el aviso. ¿Voy a dormirme tranquilo hoy? Intentaré dormir por sobre todas las cosas. No saben lo que late mi jardín en este momento. Un túnel se figura como fantasma en la misma presión por no dejar de acotar como agente al menos. El vértigo es recurrente dijo la magia hace un tiempo. Respuesta: Es el sentimiento que tengo, temo a la altura, de verdad. Volar, sí me gusta mucho, tengo miedo que mis alas se desarmen llegando al sol, o la espuma del agua me hunda buscando al sol en la estrellas del alba. Perderme, eso sí. Cuán bueno sería poder perderme en la satisfacción. En las grietas del espejo arde el aire cuando se avecina el desierto. Otra vez a navegar en un océano de arena.








Está bien. ¿A dónde vamos?
Está bien ¿Qué vamos a ver?
Está bien ¿Vamos a volver?
Está bien ¿Sabés cual es la respuesta?
Está bien ¿Todas las voces son predecibles?
Está bien ¿Todas las voces son prescindibles?
Está bien ¿No vas a contestarme?
Está bien ¿Sólo cuenta la interpretación?
Está bien.


...flores y espinas que rozan con frialdad el consuelo de soñar
un pétalo en esa boca desierta, el perfume del terciopelo...








Las manos cansadas de llorar sangre y por eso entiendo el color en el devenir.
El primer recuerdo es el tiempo.
El segundo recuerdo es la suposición.
El tercer recuerdo las últimas palabras.
-No necesito de verlo.
-No creo en ello.
Sueños sí, tengo muchos.
Cuántos salvajes que corren como trenes.
Cuántos magos, reyes de la ilusión








Tiempo.







Paz. Paciente.
La paciencia cae como una lagrima.
-Todo lo que necesitamos es-







Disforia: Sentimiento desagradable; estado general de disgusto, intranquilidad, depresión y ansiedad. No euforia.







Volviendo a mí, vos sabés que debería reconsiderarme.
Dije una vez que esperaba decirte que…
El sabor revienta contra las cuerdas
y la lengua se relame puertas para adentro
las cortinas flamean al viento
el cuerpo se retuerce sobre la luz.
¿El tiempo carece de euforia?
No, el reconocimiento de, no implica la pertenencia
sí paciencia, sí tiempo.
Voy caminando y veo a mi alrededor que las ventanas se agitan y yo te necesito en este tiempo.








¿Nunca pensaste que necesitabas algo?
¿Nunca sentiste que necesitara algo?
¿Nunca deseaste que necesitara algo?
¿Nunca jugaste a que necesitabas algo?
¿Nunca quisiste necesitarme para algo?








Desalineado. Desencontrado.
Párpados viciados de libertad.
Ojos enfermos que buscan luces.
Siento en mi boca el sabor de una fruta.
Huelo en mi cuerpo una sombra que se apiada con soltura de la situación.
La fiebre y la voz.
Mi cabeza juega y ya no juzga.
Mi cabeza.







El ritmo de la improvisación digita comportamientos y vomita sensaciones que se liberan al abrir las puertas. El sentido de pertenencia es ajeno incluso para el autor. La búsqueda del por qué y la asimilación de la construcción como algo propio categorizándolo es también una cuestión de tiempo. Releer y re pensar. A cierta velocidad la pausa y la revisión encuentran quizás la miel primera y desnudan de una vez la magia esencial sobre la cual fueron fundadas las bases. Aquí y ahora, a la distancia, todo cobra sentido. El cielo en tus ojos más oscuros, la nostalgia y el deseo. La lágrima de la emoción y el agotamiento físico en la entrega por sentirse parte y poder sentir hasta la última gota de aire. Una vez lo dije y aquí lo repito. No te salves!
¿A dónde vamos?








Entrando en trances de palabras, las llaves en los labios y colores inmortales como lazos y relámpagos, iluminamos nuestros cielos y la reciprocidad fundida en la intensidad. Será mejor no dejar que los gritos se vayan, el recuerdo vuele. Presos del pasado no para volver sino para saber que estuvo y que estuvimos ahí, por cierto… ¿Cuántos morirían por volver?








La primavera en los labios aún en este otoño tribal, asesino de sueños sedientos por verse florecer en cuerpos inocentes, presos de sus palabras y deseos incomprensibles, encriptados en códigos dormidos ante los ojos, ciudadanos ilustres de este jardín donde el sol amanece por palabras. Labios de primavera en este otoño tribal.








Volar al fondo
encenderse en el mareo,
sin descanso.
Quiero bucearte así.
Quiero volar y recorrer el río de la vida
mirarte a los ojos y dibujar la historia
ver mis lágrimas en tus ojos
tu vientre y una mariposa
un acorde universal.
Quiero gritar en el mar
naufragar en tus manos hasta el futuro.
No tengo respuestas.
Nunca te vi llover.
Nunca te oí gritar.
Nunca toqué el cielo con las manos.
Quiero volar al fondo.





La sinceridad en los sueños
la pasión por deshacer la memoria.
Yo creo en la locura.
Yo respeto a la locura.
Yo temo a la locura.
La cadencia está aquí.
Las incoherencias adentro, bien adentro.













































Vértigo: Trastorno del sentido del equilibrio caracterizado por una sensación de movimiento rotatorio del cuerpo o de los objetos que lo rodean.
Asombro!
En tus palabras el espíritu descriptivo de la improvisación. Pienso en el estruendo dulce con suspenso del relato.
Esa capacidad de caminar sobre el agua como un navegante, ésta es la sensación al oír el fraseo que condice al silencio.

El mapa, el camino de un tren subterráneo que retiene y amplifica un sonido puro y mágico.
Fe.








Prender la luz,
enloquecer en ráfagas nocturnas impregnadas de placer,
en la calle sobrevuelan los fantasmas
y los jinetes arden
y encienden el peligro ante los ojos sucios de sueños...

...las palabras.

martes, mayo 15, 2007

Disforia

Disforia: Sentimiento desagradable; estado general de disgusto, intranquilidad, depresión y ansiedad. No euforia.

Tarde ya.
Un poco de magia aquí otra vez
el sol y todos lo queremos ya
frío sobre la luna gris en tus ojos tristes
esta vez la libertad no vendrá por las palabras.
Mi boca no dirá tu nombre hoy
las maderas del árboles se quebraron con la lluvia.
Las lágrimas frotarán la tierra cuando el tiempo asuma su rol.
Hay que irse y salir.
Hay que abrirse al sol de verdad.
La verdad la palabra a los ojos
la emoción del sol y la luna
la locura y la razón.
No van más
las sombras se esfuman en esta ciudad.
La ciudad
diagrama fantasmas en la soledad
y al final
las bocas hambrientas se van hacia el mar,
navegar buscando la magia y la forma de hablar.
La transformación sube el aire a la cabeza
y el sol bajo el agua se hace fuerte.
Otra vez el miedo de no saber hablar
La ceguera...
¿Cómo puede ser?
Siempre!
Hay conflicto.
Siempre está el final ahí, tan cerca....
Ahí latente, el abismo que se acerca escuchándonos.
Hay un eco que nos ata a los sueños...
Hay un eco que se acerca para delimitar el terreno
El abismo nos ata y no estoy ahí
Ahora desmintiéndolos, los coros y las voces se olvidan siempre!
El interés y el filo señalan la incapacidad de decirte...
No! interpretaciones en la selva.
Quiero poder decir, quiero poder decirlo.
Quiero poder hacerlo y ser la carne de mí hoy.
Es siempre la palabra, es siempre la búsqueda.

sábado, mayo 12, 2007

Un tremendo delirio

Ciertamente cantidad de cosas que quisiera poder decir en este momento me atormenta incluso no por el brillo. Las alas de la mariposa levantaron los brazos y se prestaron a la luna. Sacrilegio al sentir pero es que no puedo irme ni tampoco volver. Gracias y perdón por llevar a cabo el lazo de pertenencia. Quiero poder hacerlo, espero el tiempo me deje poder entenderlo y buscarme así. Desde ya agradezco todo y quiero que me ayudes a mirar! Tiembla el cielo que no duerme hoy, los colores cayeron tarde, el viento como causa y el tiempo baila así. Las hojas se esfuman por los gritos sin dios. Desarmar al árbol y verte tan frágil, terrenal a vos, una mariposa eterna. Llora el alma que se abre como una flor, génesis total en tus labios dulces. ¿Dónde tus manos frías? ¿Dónde los ojos que no pudieron ver? Un laberinto sin cadenas esta vez. Un jardín de bocas hambrientas. Llora el alma que se abre como una flor, el tiempo impreciso digita y las hojas se nutren del fuego sin dios. No puedo dejar de ver y pensar como hubiera sido todo. No quiero hacer silencio en esa melodía que reconforta las gotas de aire. Quiero decirte tantas cosas. Quiero que me atravieses y refundes mi cuerpo sobre mí. Voy en cualquier tiempo a llorar a las estatuas entregadas al sol. Hay un espejo detrás del sol donde ya no hay calor, sólo colores intensos que respiran y abrazan. Palabras inexistentes ya, se abre la duda. Letras plateadas, proyecciones del espejo que vomita luz y se absorbe los colores. Devolveme el sol entonces. Siento. Ahora vamos a serlo. Ahora vamos a hacerlo. Ahora vamos a hacernos. Ahora vamos a ser nosotros. Ahora simplemente ver una parte, una porción de tu luna. Quiero el cuerpo entero, prestame tu voz, arropame en invierno. Abrigame del frío del alma y del eco ensordecedor. Escuchame, sentí mi cuerpo, para poder bailar a tono con el juicio de la tierra. Es la no comprensión, la aprehensión, es el despertar para elegir una playa y caminar. Radiantes en la quietud. Sí, victima de la inestabilidad. El tiempo llegó otra vez y fue la aceleración lo que nos introdujo en un hecho caliente. Es el poder, es la fricción y el movimiento. Encuentro en la poesía el puente como un viaje de ida, es el trance de no asumir quizás por miedo al desengaño. Sí, es vértigo, es el mismo temor a la locura, el respeto a la inseguridad. La incertidumbre no es sólo el principio, es la esencia y la belleza se reconoce en pasado. El dolor se vuelve placer en el tiempo. Estoy casi todo el tiempo dentro, salvo cuando quiero estar. Sí las melodías estuvieran tan cerca de las nubes… Notas que digitan el comportamiento. La concentración eleva incluso hasta donde las detonaciones colapsan. Me perdí bajo el sol, a orillas de la verdad la voz se abrió de mis palabras. La marea atravesó mi cuerpo y yo me dormí en las probabilidades, en la genialidad de los ojos del tiempo. ¿Cuántas explosiones no vieron el aire? Del otro lado el tiempo arde y las letras esbozan gestos, vos sabés… Más lejos. No quiero más pruebas, sólo entender. La percepción del placer es un intento perpetuo. Dejalos entrar y así saber cuán profundo es el agujero. Ciego sólo buscando la confianza frente al terror, el miedo. El alma en los huesos que brillan con el dolor de nuestras lluvias. El tiempo que corre en un modo demencial no irá a reestablecerse como constelación otra vez. ¿Nunca sentiste la muerte? Bienvenidos al cielo, hoy. Cerrar los ojos hasta desaparecer de aquí, hay que estar preparado. La puerta es grande y la ventana de la conciencia dirigida por el poder es un monstruo de energía. En el jardín de la libertad no está el pasaje de regreso. No la estoy pasando bien y estoy libremente encerrado. Sólo fuego y sé que estoy vivo. Necesito la fuerza para poder entender. La comprensión y el raciocino no abolirán el sentir de las caminatas hacia el mar en busca de océanos. La luna otra vez y yo miento. Tengo miedo. Sé que las huidas acrecentarán los lazos y sé que ahora sólo quiero estar. Necesito terminar con los paisajes elucubrados. Brindo por el decretar el entendimiento. Estoy desesperado sin decir nada en esta tierra salvaje. Hacia el lago me voy a la vista de sus ojos enfriándome. Atónitos ante el manjar todos actores sometidos en un delirio tremendo.

miércoles, mayo 09, 2007

La Elegida

Hoy volví a escribirle una carta ella tal como lo hice hace ya seis años. Es por eso que primero preferí mostrar la que compuse a los 15 para que después se vea que en realidad nada a cambiado en mí y que las mismas inquietudes siguen y seguirán como motos nefasto de la nulidad de la libertad, más que como un deseo.
Pobres de ustedes y por sobre todo... porbre de mí.

POR DONDE ANDARAS PRINCESA, IMAGINO SABRAS QUIEN SOY. ¿COMO SERA TU LLEGADA? SI ES QUE ESTO NO OCURRIO. ¿VENDRAS EN UN CISNE BLANCO?. ANCIOSO ESPERO EL MOMENTO DE TU ARRIVO A MI MUNDO, SI YO PUDIERA EXPLICAR. PIENSO Y MEDITO MUCHO ESE MOMENTO, ESPERO LOGRAR LA PLENITUD DE MI ALMA, ANTES DE TU DESEMBARCO A MI LUGAR. VIVO EN UNA CUEVA QUE ES MI MENTE, PERO YO CONFIO QUE LOGRARAS SACARME DE ALLI, O SINO AMBOS, LOS DOS DE LA MANO LUCHEMOS A PLENO, YO VOY A SALIR. SIENTO TU BOCA JUNTO A LA MIA, DURMIENDO EN LA ARENA Y RESPIRANDO EL MAR. FANTASTICAS SITUACIONES IMAGINO SI TE PIENSO. TEORIZAR SOBRE TU EXISTENCIA, ESO PARA MI ES LA LIBERTAD. IMAGINO TUS ALAS PLATEADAS, YO CREO QUE ME HARAS VOLAR. UN DESTELLO DE LUZ QUE CRUZA EL CIELO, LOS PAJAROS QUE CANTAN EN MOTIVO DE ALEGRIA, LA NATURALEZA, LA CREADORA DE LA VIDA. EL ARCOIRIS ME CORTA EL AIRE Y YA NO LOGRO DELIRAR. CREO QUE ESTA VEZ SE ME FUE LA DOSIS, NO LO PUEDE EVITAR. LUCES DE COLORES Y LA ROSA CON MAYOR INTENSIDAD. CRIATURAS SALVAJES, GIGANTES SERPIENTES, CREO ESTA VEZ ES EL FINAL. VEO TU ROSTRO A TRAVES DEL ESPEJO, ALGO COMIENZA A ASOMAR. UNA GARGOLA GOLPEA MI VENTANA, GIRO MI CABEZA Y NO VEO A NADIE. HUELO UN PERFUME CADA VEZ MAS CERCANO. TU MANO DE SEDA ARCARICIA MI CARA, MI CUERPO SE RECUBRE DE UN EXTASIS, ESCUPO FRENESI. TUS DEDOS ME QUEMAN. ME DOY VUELTA CON TODO EL CUERPO Y LA LUZ ENCEGUESE MIS OJOS. EL CARROUSEL GIRA CADA VEZ CON MAYOR INTENSIDAD Y LA SANGRE POR MIS VENAS CIRCULA SOBRE RIELES. ACARICIO EL TALLO DE LA FLOR. EL CAPULLO NEGRO ELEVA EL BRILLO DE LA LUZ HASTA DESINTEGRARLA. UNO A UNO LOS PETALOS DE FUEGO COMIENZAN A ABRIRSE. TU CABELLO AL VIENTO VAGA CON FRAGILIDAD. VEO TU FRENTE A TRAVES DE MIS OJOS, ES COMO UN ESPEJO Y ME PUEDO VER. UNA VEZ UN HADA ME ADVIRTIO DE TU LLEGADA. VOS SEGUIS LOS PASOS DE LA PROFESIA. DEVOLVISTE LA VISION A MIS OJOS, SOLO FALTA QUE HAGAS LLOVER, LAGRIMAS DE AZUCAR ROCIAN EL SUELO, DEFINITIVAMENTE ERES MI MUJER. ESTO FUE SOLO UN SUEÑO. NO SE COMO SERAS EN REALIDAD, QUIZAS YA CRUZASTE MI CORAZON, QUIZAS NO LO CRUZASTE, O QUIZA NUNCA LO HAGAS. CON CAUTELA, DIA A DIA, DISFRUTO DEL TIEMPO. CREO QUE TODOS TENEMOS UN ALMA GEMELA SOLO QUE UNO NO SABE CUANDO Y COMO VA A PASAR. MIRO LOS AUTOS A TRAVES DEL VIDRIO Y YO SUEÑO SIEMPRE QUE ME VAS A ENCONTRAR. CUANDO PASE UN POCO EL TIEMPO YO SE , TE VOY A HALLAR. PASARAN LAS NOCHES, PASARAN LOS DIAS, PASARA TODO LO QUE DEBA DE PASAR. AUNQUE NO CREA EN EL DESTINO DE ADENTRO MIO LO QUISE CITAR. LLEGARA EL MOMENTO QUE EN ALGUN POEMA RECITE ALGUN VERSO Y SIN SOÑARTE TE PUEDA PENSAR. SERAS ENTONCES LA DAMA, MI ELEGIDA. PERO HASTA ENTONCES TENDRE QUE ESPERAR

Te vi en libertad donde la luz se ve en colores. Puentes al sol y el cansancio de la responsabilidad, la respuesta es... tan fácil, con tanta soltura, la presión y la búsqueda del mar, de la palabra, del qué hacer de esa palabra. Dormirte así en la armonía que llueve y es necesario siempre quebrar la armonía. Pactos, y la quietud entiende al movimiento. La amplitud es entonces un sueño, una promesa vaga en el viento. Dije cristal por diamante. Asumo al frío como la falta de calor, lo entiendo. –“¿Así está bien”? mareado de próximos recuerdos. Miel vestal de una primavera no coronada, la ayuda radica en la sed, lo sé. Ahora bien. No por proyecciones, pero quizás descanse en mí, tu voz. Verás, yo vi el calor en tus ojos. Puede ser el final, así como también la puerta a la armonía. Salto por tocar el sol, creo en él. No alcanzan los árboles y por eso quiero volar o navegar. La pausa. Detenerme a tomar aire. Noches abiertas al sol: temo por la insolación en un baño de luna. Me desconcierta el poder de una mirada en los ojos. Las palabras tejieron una red y así la historia fue la respuesta condensada en un suspiro. En estos tiempos, incluso descreyendo de tantas cosas y asumiendo otras tantas simplemente como aire, conjugar igual al verbo en poco tiempo es no menos que evidente. Sigo escribiendo porque también soy mi historia y acaso esto es mi verdadero silencio. Desaparecer no en la rendición, no quiero ser víctima. En algún punto soy la burbuja también. Volver a ver el cuadro o la foto la cantidad de veces que la interpretación de lugar y así y todo la canción nunca será la misma. La magia como imagen. No puedo decirlo pero es en parte que quiero también seguir sin ella para poder buscarla. El sufrimiento como motor es tan nefasto y aquí la misma declaración de subordinarme ante el ritmo de la improvisación carente de esencia. En algún punto radica algo sensible. La presión entre las palmas y dibujar los labios con el pulgar, besar el aire y esa sonrisa que desaparece en mis ojos y me despierta en sueños tan reales como las palabras que no nos dijimos. Pensamos todo tanto y a la vez tan lindo es hablar del sentir que se teoriza sobre la práctica de... Asumo la carencia de valor. Es un reto inmenso y acepto el desafío. Sufro de vértigo. Ya no siento mis pies en esta caminata por los puentes sigilosos del ruido. En la selva los árboles reciclan el aire, beben la luz y vomitan aire. Si pudiera ser un árbol. Soy mi sangre y me quema serlo, soy mi boca balbuceándote. Puedo dar mi voz y quiero. Tengo que mirarte a los ojos para verme así, leer tu cara en un paisaje y escuchar tu voz en mí, los silencios a destiempo comunican, expresiones del alma. No puedo parar, no sé si puedo hacerlo, no sé si quiero hacerlo. Quiero quererte, lo sé, quiero darte a vos y a mí algo, apalear el frío, congelar al invierno de la soledad. Podemos derretir al sol y bucear entre las sábanas del fracaso la densidad de nuestros cuerpos. Embriagar los ojos de lágrimas en la emoción conjunta, voy a decirlo: Necesito tu amor! En otoño, ¿Por qué no? Eterno retorno. Causa y efecto al otro lado del mundo nace una flor. ¿Por qué no aquí en nuestro mundo? Fundémoslo. Creámonos propicios a serlo, vamos a hacerlo! Soy un rehén incluso de mi “libertad”. Quiero un ángel, de verdad. Quiero uno de verdad, que sepa tan sólo no saber y no saberme a mí. No puedo mirarte y decírtelo otra vez, no sé acaso si alguna vez te lo dije. Repito: No tengo el valor. El poder de la palabra es tal que me pesa tan sólo pensarlo y por eso vuelvo a escribir y a redundar sobre lo mismo siempre. A veces podría ser sólo una o varias, vuelvo a la intensidad. No me despiertan algunas otras y no sé si está mal. Ególatra por exigencia, creo en un piso tan alto. Sí dije piso y no techo. Auto flagelarme: propio entendimiento para poder caerme desde el cielo y así volver a ser terrenal. Es tal la necesidad de hablar. Tanto por decir que seguramente surja todo desde el mismo lugar. No me importa Quiero poder llorarte, necesito reírte y poder decirte sí, es para vos y rendirte cuentas de cuantas veces no te pensé a vos acabándote también, ya sea por compromiso o simplemente por curiosidad de saber si irás a dejarme, un jardín propio, desde ya y también las artes conjuntas y el cielo y matarte en el infierno y resurgir de las cenizas de la cama nuestros cuerpos hambrientos otra vez más no sea por la revolución que se nos deshace en la boca en diálogos tan paralelos que graficamos infinidad de mundos pendientes de nosotros, de nuestra historia, espectadores sedientos de mi felicidad.

miércoles, mayo 02, 2007

Sacrilegio en F#

Yo soy una rosa de fuego, un verbo que se conjuga en cada uno con el sentimiento que despierto en el otro, eso sí nadie dueño, el duelo es encerrarme solo, sólo en un verbo. Una vez te dije que no iba a prometerte nada y que por vos era conveniente de que no te sientes a jugar un juego que no estabas ¿Por qué las risas cómplices contextualizan este viaje con emociones de entrega plena y pura que se pierden en la lluvia que decrece la atención y busca luces de escena para estar frente al...? Quizás soñando ser sol, ya sea en la oscuridad o en la búsqueda. Un desafío lacerante:Sacrilegio en F#. La mariposa es el acorde F#. Se abre. ¿Querían oír el grito de la mariposa? Tiempo! Yo me voy. Tal vez el viento pueda rescatarlos de la caída de los pétalos sin voz. Sé que la sordera culminará. ¿Cuándo? Demasiadas preguntas señor juez, es la lengua, es sólo una lengua. Quien quiera oír que oiga ¿Nadie quiere? Algo voy a hacer… Sacrilegio: profanación de algo sagrado y el F# será o no una nota o quizás sea la profanación de el Fa sostenido. El F# representando a alguien o a algo que está siendo profanado. Es que no hay que pensar, eso queda en el otro, no es una ciencia. Y si lo es (será) la de la interpretación de acuerdo a la amplitud que cada uno tenga dentro de su genio o bien de la negación como límite de saber qué es lo que no se puede hacer... Es como un libro o una canción, la esencia tiene que generar algo o no. Lamentablemente no importa ¿Por qué? Porque primero hay que hacer que se genere y que se despierte para poder captar la atención y ahí… El fulgor de la velocidad forjó la sobredosis de aire y luego la asfixia de la soledad verborrágica fundó tu sombra. Los cuerpos vibran frente a la voz. Los cuerpos llegaron a ver el sol. Los cuerpos bailaron. Los cuerpos no te sienten hoy. Soñás con volver de donde nunca te fuiste sin saber que hace tiempo ya no estás aquí. Vestigios de la tierra fértil de canibalismo.Reclamás las llaves de la ciudad, de tu propia muerte, en un vendaval. Abriste las letras y atravesaste el espejo en la defensa, siempre sacrificio y alusión, descansás en toda tu obra viva, sos tu cuerpo consumido y cansado, sos el tiempo. En ese cuerpo te encerró la vida. ¿Esto no es el final? No pude retratar el impulso ni mucho menos ser la voz, cada vez estoy más… ¿A qué velocidad se mueven las nubes, volando en la ciudad que todo lo sube? El anuncio desde el comienzo, la premonición y tu propia muerte en vida, esa es la canción, sos el arte del cual siempre fuiste parte. Displacer de una rosa que se abrió y veló las fotos al sol, se quemaron tus ojos de tanto mirar aquello que nadie veía ni nunca más. Centro de atención y cetro candidato a señalar al sol marcando el tiempo y describiéndonos, asumiendo el paso y traspaso del tiempo, la traslación e intertextualidad generacional del imaginario colectivo. ¿Cuántas obras has sufrido? ¿Cuánta verdad hay sobre la luna en los artistas y su lado oscuro? Sin mañana la misma fuerza deshecha desgarbada. Íntegra en la caída, en su más profundo dolor vive la llama residente. Mariposa que se comprime tanto, capaz de concentrar el poder y el ardor bajo la piel. La larva comienza a sangrar, a desgarrar la seda. Toma conciencia de sí, se asume ahogándose dentro del capullo. Ya no siente el aire, ya no huele el mar. Germinar la flor para cantar así la furia frente al sol incluso bajo las horas de la luna. Canalizar en una esquina frente a las sombras de la madrugada el llanto del adiós, abrir las ventanas al sol. Empezar ardiendo las alas que se queman, buscar abrirse para limpiar la sal. Soñaste y soñás así y lastiman las piedras, lo sé. Sólo tu voz, sólo el silencio. Reventalo así, rompelo. Sí importa caer incluso frente al vértigo. Soy el jardín en esta noche y orgulloso reclamo y denuncio que la mariposa es la llave para ser la luz, para sobrevivir a la resignación y que aquí la locura es moneda corriente y que las voces y los gritos dialogan y sienten también con silencio, viendo por y para poder volar, frente al tiempo que sólo atosiga y encierra. Hay tantos colores conectados en el aire y los ojos que no van a caerse así. No vas a cerrar los ojos al sol. La luz señala y sangra, ilumina el sudor y da aire. Música frente al cansancio y la eternidad de la melancolía. Hay acordes vivos ante esta tormenta fétida que intenta apaciguarnos a todos dentro y fuera. Ya no hay relojes que no digiten el mareo. ¿Cuántos hay aquí? Divino el gesto, lo sé y no es por cortar el aire pero el vacío frente a las bocas hambrientas nunca cesa, inacabable el fulgor y el deseo de saber que en verdad nada alcanza aquí, todo se desintegra frente al fuego, incluso el viento se pierde y se quema; la velocidad de la caída y el ardor omnipotente como motor incluso de las lágrimas. Buscá la paz, eso es amor, ésto es la vida. La incondicionalidad es la llave incluso en estos tiempos. Un círculo de luz me besó los ojos. Antes que todo vamos a reventar el conocimiento de nuestras verdades en la invención de nuestra alquimia, dispuestos a ser un acople mortal de melodías púrpuras. Vamos a caer en nuestra luna disuelta en perlas negras y azules. Reconstrucción. En el final, después de todo. Las líneas abriéndose a toda velocidad frente a la luz negra que se abre lentamente como una flor sublevando toda música en un silencio sordo. Una corolla en el tiempo. El caos es el marco de ésta, reventando al bao sonoro estamos aquí para llevar a cabo nuestra reunión cumbre. Se puede hacer y mirar el sol, pero nada se entrega. Otra vez la búsqueda de algo nuevo. El frío arremete a los cuerpos abiertos y sus esquirlas hambrientas en busca de ocuparte y desarmarte así. Es en ese momento que la llama viva y eterna, el fuego, resucita y se codea contra el miedo y el hielo. Todos saben que el invierno gestará las semillas para la primavera. Todos saben que el otoño es una acuarela. Todos saben que la sal hierve las heridas. Todos quieren el nacimiento de una nueva flor. Todos dicen tener la miel, habría que verlo. Quizás después de todo sea solamente eso. ¿No? Pesadillas y regresión en la búsqueda de la nada misma. Reconocimiento, mar de lágrimas: Fuerza centrípeta. ¿Dónde verlo sino en el sueño? Las facultades endurecen la laxidad del movimiento. Espero por mí respirarte así, escuchar tu voz abriéndose al fin, secándote al sol desgarrando al tiempo y curarte las manos sangradas. Así el frío detiene al aire en las calles confusas, la niebla y los lobos hambrientos, escuadrones de la noche. La espera como un deseo ante la posibilidad de la escapatoria del infierno y aquí el hielo cerró las piernas frente al invierno temeroso de sí que florece en representaciones tan puras que simplemente sueñan. El fulgor de la velocidad forjó la sobredosis de aire y después la asfixia de la soledad verborrágica fundó tu leyenda y tu sombra. Un nombre redondo que me gusta decirlo, es tu cuerpo visible antes de perder el control afinándome para dibujar tu voz. Y te llevaste mi rayuela al mar nena y otra vez te abriste como una flor y yo quiero ayudarte a mirar. Mirame a mí. Un beso lunar, en el mundo tras las paredes, el cielo púrpura en su máxima profundidad como tierra donde las estrellas son más que soles y no mueren siquiera consiguiendo ayuda. Quiero tus manos para mí. Te vas otra vez y pienso si estás. Hay contacto. No podés existir sin él, sin eso, sin vos. Es que quieren tus manos, darían lo que fuera porque vuelvan. En realidad esperan que se te desarmen de una buena vez, vos sabés deshacerlas en tu última pintura, grabar en el cielo tu última partitura con la sangre de tus dedos hasta arañar al sol con tus huesos. Vos ya sos él y tantos otros que el viento tampoco escucha. Sin colores nadie sabe imaginar. Sabés, desde adentro, desde el sol. Llueve y se tiñe de gris la ciudad. Sabés es el llanto, es el color. En el asombro siento la inercia y la pasión que se despierta en la comunión. Mucha fuerza oyendo a una voz. Rompan todo!!! Esto es lo que genera el marco, el contexto de una comunión, una fuerza común que busca y necesita la fuerza, el problema es que resigna y descarta el vuelo y la velocidad. Exige el descenso para sentirse parte y después se baja de la aventura castigándolo. Las mariposas gritan pero no pueden explicarlo. El acorde denuncia desde hace tanto tiempo… Hay un puente común que vislumbramos por sobre nosotros. Creemos y crecimos con la actitud. Lapidamos el germen creativo y a la vez señalamos las crónicas como réplicas ante los halos de luz. La flor está en el silencio también. Distracción. No tengo vértigo, no. No hay tiempo de meditación ni aprehensión. Carreras vírgenes de velocidad, sólo aceleración. El silencio tiene acción. En la vorágine ni los impulsos surgen, más bien, dentro de los embudos simplemente hay que salir. Las manchas en la piel y esta máscara donde poder perderme también. Así nos vimos... ¿te acordás? Me fui al cielo también. Atravesando el lago las aguas sólo marcan la distancia, la unión en la inmensidad eterna. Tanto demás, tantas luces en silencio, tanto brillo en la oscuridad. Una sonrisa y una voz. Deseos y proyecciones. Creo que soy yo y que soy parte de la historia del sol así como sombra de mí al otro lado de la luna también. El tiempo como un cristal tan divino que suena y mi cuerpo simplemente digita la melodía impresa en una piedra. Vigilan a las voces, ensordecedores. La paz desaforada en el reflejo de las letras, el silencio en las letras como la suma de la diversidad. Miro, todo gira aquí, el cielo es el agua y los árboles se desarman en mí, todo vibra frente a los árboles, cuánta magia, cuánto dolor. Movimientos como acciones en la sangre que revive sin siquiera haber muerto. Incómodo en la descripción, impulso innato. Pistas infernales que desaparecen en la desesperación. No puedo ponerme más que la prisa de la velocidad. Aire bajo la cruz del sur, el papel trascendental de los ojos desgarrados en el sol del bosque, bajo las hojas un nombre... el tuyo, el mío, la verdad como objeto, el cielo abierto en tu boca de mujer. Escucho la lluvia y dibujo su cara en el vidrio, es mi propia muerte que me sufre y veo que no estás, quizás también que nunca estuviste tapándome del frío. Tengo hambre, quiero salir. No quiero tus letras, no, quiero la esencia y no un eco, no quiero tu sombra, quiero la luz, quiero el sol. Ayuda!!! Caminaste el cielo y regaste flores en mi cuerpo, terminan las almas que nunca empiezan, deciden cerrar las puertas. Las manos gesticulan simplemente como el objeto sexual por excelencia, estrella del despertar. No podés entenderlo, no. No ves el cielo, no ves el sol. No entendés que abro las puertas, y te regalo mi cuerpo, construyo y me pierdo en el silencio, busco la sombra, te doy calor, invento colores, dibujo el paisaje, pienso en el paraíso, te regalo el sol, siento tu cuerpo, juego a quererte y te siento adentro, te siento enserio, sostengo el alma, arranco flores. Soy capaz de rendirme al deseo y asesinar a la luna por tu tiempo. Bailo en el infierno como si fuera el cielo, bajo la lluvia de fuego. No podés verlo, no! Un poema, un libro, un verso, un verbo, una canción, un eclipse, una caricia, un vendaval, una mano, mis dedos sangrando, mi voz ahogada de viento, una bendición al sur. Nada, solamente figurar la entrega como un karma, describir una porción de la granja como una simple ración de un rayo de sol. ¿Acaso es la obligación la ofrenda? Diez años puedo atravesar para correr hasta aquí, hasta veinte. Moriría estrella y nacería sol también. Nunca vas a entenderlo. Ya no sé si acaso podrás hacerlo. El después tampoco importa, no. Todas las voces vuelven en la búsqueda. La quietud está y vos estás tan solo. Otra vez en casa, en esta casa. Quisiera poder volver cuando estoy cansado y no cuando no tengo donde ir. Nunca pude volver desde allá, siempre los sentimientos Lo imposible! En ningún tiempo verás a tu cuerpo gritar así. Sabés, los pájaros ya no nadan en el cielo y tus ojos ya no alumbran el silencio. Estás durmiéndote y tengo tanto miedo. Detrás del vidrio hay tantos cuerpos poco sensuales y vos mariposa estás tan compenetrada en el espectro de las lágrimas que no ves ni los eclipses ni mucho menos el juego de luces y los ataques certeros que apuntan a tu destrucción. Subo y bajo constantemente, es la ansiedad de saber que será de mí hoy. Quiero saber si acaso el final es solamente una rueda que gira sin parar. Quiero saber si hay velocidad. ¿Algún color que prefieras? Dentro de la burbuja de diamantes se puede gozar sin impedimentos, después de todo uno mismo se consume asumiéndose como el mismísimo rayo de sol. El color enceguece los ojos, la pureza de la luz, es el verdadero dolor. El ardor en ecos envolventes. El ataque es sordo y las visiones ciegas asustan al espectador. La luna sinónimo de la oscuridad pura en su mismísima claridad. La locura no es más que la causalidad de este jardín. Ya no puede verse el eclipse, ya no puede verse la luna, sólo recordar la búsqueda y encarnarla cayendo dentro de los huecos del alma. Caras viejas, y el tiempo que retrocede buscando la escena justa. Las risas generar calor, la transpiración, las voces aumentan y el vértigo frente al silencio cada vez necesitamos más el sol. El cambio, la mutación, la puerta como asimilación del otro lado. Un flagelo. Una explosión en el poder maravilloso de las sombras. Ser el eclipse en este derrame sustancial. La esencia desborda la risa y esta explosión toma fuerza en el tiempo. Ya es tarde. No puedo ver el eclipse y no puedo ver el sol, no puedo morirme, ya no siento el amor, sólo conozco la luz de los recuerdos y los ecos que atormentan al sol que brilla dentro de mi burbuja, vos sabés… ahora mi corazón late solamente bajo el agua. No podés verme a mí. Buscame donde no hay grabaciones vigentes, pensame en tus palabras sedientas de aire. Soy solamente un acorde, un verbo perdido en los lunares de la luna.