domingo, septiembre 20, 2009

vi a la madre entre las sombras

Una palabra versa un sueño desigual
la luna va asomando al negro amanecer
a oscuras por el sol que espera por nacer
jugando a ser el sol de un sueño sin final
que ardiente y sin piedad se ha dado a conocer
yo pude ver la piel del sueño sin final
que sin saber por qué se ha desatado a hablar
en una cama hambrienta de sábanas de sed
de cuerpos y un jazmín, de sombras del amor
de tallos y de barro, de alcoholes y de vos
de voces de algodón, de magia de la luz
de verbos en acción, de lágrimas de ayer
de libros entreabiertos viciados de verdad
de guerras de estación exiliadas al destierro
del arduo renacer del eco de una voz que se hace viento
del tiempo reaccionario que acciona y emociona
de sexos opuestos que no se oponen, de sexos que se abren
y conspiran por su tiempo en el tiempo y contra el tiempo
desvelados, alunados e insolados de luna a luna
aullidos armónicamente verdes de sol a sol
nacientes e intrigados, resecos y alumbrados
cargados de aire para trazar sus vueltas
como el aire en degradé de siluetas
como fotos que disparan a ninguna parte
y sin saber desde qué lugar como un futuro recuerdo
una palabra versa un sueño desigual
y yo en esta cama individual
pregunto si vos estabas despierta
a oscuras por el sol que espera por nacer.

lunes, septiembre 14, 2009

y el florecimiento sopla en viento del norte.

Soñé con vestir guantes de mañana mientras un barco sobrevolaba mis pasos
estaba siguiéndome,
no sé qué buscaban…
no sé dónde estarán mañana mis pies…

Como una sombra el calor parpadea entrelazado
los ojos lagrimean
afectos visuales
las pupilas se secaron al viento.
Solitariamente dulce y profunda
detrás de las luces te vi bailar sentada
moviste los pies
dibujaste con tu boca tus labios
mis yemas lloraron tus deseos en la transpiración
la pregunta fue simple…

Y la respuesta se deshizo en silencio
al respirar el fulgor de los cuerpos en celo
los espejos locos de amor no reproducen
sólo abren sus piernas y se enredan,
despiertan tanto el hambre de la carne…
y si hay sangre no hay llanto ni dolor
sólo el ardor se inunda en ríos de besos racimos de amor,
espejos locos de amor que se abren suspendidos
y caen profundamente
y no me llores, no
y no me llores, no
sólo crecé y no te vayas
no más que a ninguna parte…

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El encantamiento de las estaciones desnudas
y el florecimiento sopla en viento del norte.
¿Por qué las flores por fuera de la puerta?
Quiero que las huelas
y verte por la ventana,
espiar cómo cantan tus versos las flores
pétalos que caen en una cama…
funeral de una idea que se hizo luz,
yo pensé que el cambio de estado llevaba consigo la transformación
y el orgullo de la forma…

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Espero que la suerte dé la cara,
delatada la espera
espero por su aparición en cualquier lugar:
en un salto repentino
agitación nocturna en mi habitación
es que hay música que no muere…

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Hay una voz que susurra como el viento
del otro lado se han agotado las uvas
la vendimia no esperará que vuelvan a sanar tus dedos…
No siento las manos sirvientes del deseo de seguir…
Busco una vez más el río de tus labio para sentir el color de la piel…
No siento las manos sirvientes del deseo de sentir nuestra miel…

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¿Cómo será el pasado sino de futuros besos?

Saliste caminando en puntas de pie.
Te pusiste el vestido de silencio
como un manto que te tapaba también los pies
porque estar desnuda te excita
pero sólo en tu solitaria soledad,
no vaya a ser cosa que tu sombra te acaricie la piel…

¿Contra quién habré de amanecer esta primavera?

En el bosque yo sentí el fuego
la sangre en ráfagas,
una súplica a los pies de la cama
y no supe si el aullido del viento fue real
o simplemente una epifanía anacrónica…

¿Cómo es que el ángel desapareció, se desvaneció en sus alas?

Un camino en el festín dorado de lirios y amores alados
a los pies del sol centenario
entre piernas, él sólo descansa sin afecto, desafectado
sólo espera que las estrellas lo inviten al panal por otra de sus tazas de té…

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Temporario por el tiempo de las preguntas como el viento que gira en los ojos del destino y sin mirar al aburrirse, cierra los ojos ante el primer atisbo de recuerdos…

Es que la agitación de la tormenta muere en los colores de un arco de luz a los pies enloquecidos de nuestra estrella, nuestro sol…
No hay nadie en mi ventana rezando una oración
hoy no he pagado mis bases,
votos democráticos al servicio de dios…

jueves, septiembre 03, 2009

...afiebrado...

Una palabra dentro de mí
la fiebre sólo mantendrá el calor
es que el cuerpo no quiere helarse
no quiere morir en invierno.
La voz duele al hablar
llueve primavera
y las burbujas de amor están al resguardo.
La fiebre y el insomnio desfilan con vestidos de arena...
Caminar, y el anhelo de resucitar
de espaldas, despacio, de frente.
El cielo llueve fuerte,
el puerto se ha poblado de tesoros para vislumbrar.
De vos, de mí,
el cielo y el infierno.
La luz de hacerte reír,
al despertar sola en un cuarto
solo silencio y susurros,
el aire llega tarde y sin flor...
En la recolección de tu amor
verás la luz y las sombras impresas
en hojas inciertas de olor a vos...