miércoles, junio 28, 2006

Dans le désert

El llanto que no fue,
cargados de emoción
los gritos se deshacen marcando el tiempo,
besos de fuego figuran el viento que arde
y se burlan en el cambio del ritmo.

La frecuencia bajo el agua
las burbujas resplandor
el cuerpo baila con soltura
girando sobre sí
frente al abismo de sal
quemándola
perdiéndose
oliéndome.

Escucho notas y son palabras.
Un idioma:
meras sensaciones sueltas
liberadas al azar del oído y el sueño,
quizás por la libertad de saber que no habrá registro de esto.

La mirada perdida en busca del sol
el abismo quema allí en su mente
algodones que lo apiadan del dolor no están ya,
estallan
y los vidrios del alma.
Las piedras del castillo no están.


En el desierto de todo, del todo…
de este entramado que es el todo
desfilan llamas que se van
desencadena luz…
luz…

Se encienden en fuego
en llamaradas que deshacen la niebla
intentando apaciguar la oscuridad
las gotas de lluvia se desarman,
se pulverizan,
se evaporan.

En el desierto las llamas arden
como las mentiras
que en esencia caducan y se pierden en sí.

Llamas que desfilan ys e van
se encienden en fuego
desencadenan luz
la luz
y queman las sombras
y arden.
Iluminan en la oscuridad de los sueños,
destellan aturdiendo en silencios.
En los jardines las pieles se desangran
aúllan
buscan la calma en los besos,
la luz los destapa y cegados no pecan.
El calor consume sueños en los jardines
de todo
de todo
de ese entramado que es el todo
la llamas desfilan y se van…

El sol eclipsado por las lágrimas
llora en busca de su fuego interior
DeJaVú en el desierto de las estructuras
apedreado por enanos en el túnel.

Tras el telón:
círculos concéntricos se fugan en el centro
absorbidos en el silencio como sombras secundadas por su luz
el resplandor,
eco de los movimientos ciegos
en el túnel de la niebla.
No hay enanos
sino sismos que sucumben en el mismo silencio,
risas eternas
secundadas por gemidos que perturban la quietud.
El peso del dolor me sumerge en la ausencia,
desvaneciendo la claridad
instaurando una oscuridad necesaria que en la misma quietud
prefigurada por trazos y deformaciones
también perturba y marea.

Me superarán,
Los gritos en el cielo no ayudan
la espera no cesa y me aturde el dolor.

El zumbido ya no es fugaz
(sumergido en una cámara).


Ruidos triplicados
inmutabilidad ante cualquier sonido
ecos y los gatos revoloteando sobre la cama redonda
triste, roja.

Chocolates
cobija en la cabeza
sueños que no son sueños
sino estados interminables en donde los segundos son años
ni las pastillas, ni las agujas o siquiera el amor,
reparan sus ojos cerrados,
pero tras esa capa ve,
cortinas cerradas,
-Igual ves,
no se si es bello lo que ves pero es brillante por seguir y creer.
-¿A donde vas dolor?
-¿a que parte de su cuerpo te destinas?
Sopla y vete,
vete.

El tiempo no pasa dentro de la habitación
Otra vez los hospitales,
otra vez el olor,
el dolor.
El miedo reúne en sus placeres tentaciones de ventaja que caerán en los cuerpos tendidos, débiles, encarnados en las sábanas blancas dulces presas que no esbozan sonrisas sino lástima y que percibe el… en un bao Terminal, lo cual encaja en las luces y fluye en la tormenta diluyendo puertas.
Se regocijan fácil las partículas
desbocadas en sonrisas irónicas,
capciosas,
especuladoras.
-Describí!
-Grita!, que ríen como microbios.
En realidad la dualidad para los roles es inviolable,
admirable e impenetrable,
fuente y táctica segura de cómo gana las larvas.
Volviendo al tiempo…
es restante, incorregible
actos por actos en cuestiones irrepetibles aunque si variables
y como no puede ser de otra forma una ventaja a la paciencia jugar con ellos al extremo. Posibilita la luz, segura de divisar con riesgos que dañan y dejan millones de golpes. Algunos cicatrizan, otros se desangran a lo largo de la muerte. Esos extremos plasmados de subjetividades intensas, provocan la ciclotimidad del cambio, el deseo y la batalla por un idealismo seguro, acaudillado por cerebros ilógicos, irracionales con un plan seguro de concretar y una masa segura de dividir, engendros forjándose en esgrimas letales, rehenes visibles y locos absurdos.
Inundando en besos ficticios palabras ficticias y ojos abiertos ganando flashes que ciegan para siempre.

Tenso desperté,
vomitando al sol
vestí ecos en la luna.
una flor ( verde dispersión)
flotar en las comisuras.


(mirá, la nada fluye como ayer
mirá, que todo luce como ayer)

Días, horas
el abismo y la fe
respira.

Puedo combinar
la destreza azul,
con los párpados crispados.
Sueles aprender y jamás quebrar
tus ojos sangran cortados.
Mirá,
agujas suaves en tu piel.
Girá,
la espalda a veces a veces hace bien.
Díra,
la noche volverá a correr.
Mirá.
Resbalé al reloj de la inmensidad
para que tus bailes crezcan.


¿Un aullido?
¿Una premonición?

Esta vez el túnel fue mucho más que eso.

Luminoso
poblado de zumbidos
voces
silencios
la oscuridad misma y las gratas compañías.

Al sumergirme en las profundidades fui…

...vomitando el dolor
con todas las sustancias que irrigaron mi cuerpo,
como puentes químicos en busca de la calma,
de mi paz.

La letra cursiva es de Leo Moreno

lunes, junio 19, 2006

Ánima (estremecerme para pensar)

Crédulo de soledades
desaté un río acaudalado de miedos.

La menor de las cuestiones se acrecienta,
su sombra se avecina en progresiones.
He forjado la oscuridad en busca del asilo
y la luz
ante los ojos del sol quedará inerte,
pulverizada en aullidos.

Duendes despiadados apedrean el tren
intentan sumergirme eternamente en túnel,
pero la luz es vital
por que el karma es vital
como la invención de las palabras
como el silencio que arde
como el silencio que quema
y sumerge en un mar de dudas,
me aturde.

El ánima se agita y se cansa
sale en busca de aire
en busca del sol
y cierra las puertas al aire frío.
Las brisas intentan entrar
reprimidas por el silencio y la inercia que me calma,
las puertas se cierran y confiscan el deseo
los anhelos se retuercen y carecen de sueños.

Me estremezco por pensarme,
en el jardín
el ánima ha encriptado mi cuerpo...

martes, junio 06, 2006

Alegoría del deseo...

Alterno infinidad de veces con sombras y deseos de rodar y volar
sumergirme en míticas y por que no también épicas melodías.
Despierto un ángel que busca esos pasos tratando de seguir el camino marcado.
El por que de estas corridas no lo sé, quizás la necedad el desconsuelo y la angustia que conviven y cierran aquí (acorazados de locura)
en letras, amores, odios, silencios, vida y muerte, soleada soledad y lágrimas.
Un derrame, pero la visión no se obstruye,
igual el deseo se estremezcla con objetos y deseos
viendo que el desliz se remite a otros planos.
¿Proyectos?
La verdad son tantos...
¿Y los deseos y sueños?
no son problemas...
Desafíos que caminan de costado buscando siempre la sombra
cierta simbiosis se acopla o mejor dicho se congela,
busco un cambio.
Reconozco no es la muerte, pero...
suscita a reflexionar.

Suenan los acordes y también
un llanto desgarrado que dice:
"Este miedo no es el adecuado".
Sin embargo en ese bosque
"El que nos queda" decido tirarme al vacío.
La nobleza en mis ojos
y el egoísmo burgués
de sentirme un don nadie
Un peón, un alfil.
Tan solo un icono alertándome
tan solo creyendo que no me oyen, que no me leen
y si es así...
debería gritar más fuerte...
de escribir en silencio...

"ni bien los ángeles destellen su voz despreciarán sus alas"
y sin embargo no alcanza
se sabe que nunca alcanza
por que tododos quieren más
y por sobre todo
por que todos necesitan por demás.
Una nube arde mientras las palabras despiadadas salen sobre cargadas de encanto, la sugestión en compañía me estremece señalando al lobo
que desenfrenado contraataca
y deja caer su cuerpo al vacío;
A través del guión se figura herido
las trompetas de fondo condecoran el predio
en un baile circundante que despierta a la fiera
que salta, se arrodilla y vuelve a caer.
El actor enrarecido ante el aullido feroz
alerta su rol de payaso
mientras mi cuerpo suda miedo y asombro.
Una mirada y el gesto bastan
para que el director decida terminar la escena allí
perpetuando la ansiada temática del fin.

Ayer...
pensaba y reflexionaba en voz alta
acerca de la cartas, de las letras...
del amor
del odio,
de la vida como la vida misma y la consagración
en el rol de asumir y entenderse como un sueño en esencia,
como la búsqueda del entendimiento y de vivir...
¿Por qué no así?
...al fin de cuentas
el amor y el desenfreno de buscar los mil PORQUE.
El desacierto y el anacronismo de la búsqueda son quizás
el detónate irremediable del odio,
ése,
que desde el inicio se lo enjaula
y él, se perpetúa reciente
encapsulado como algo feo, errado;
Necios, cegados a la overtura de las puertas de los matices,
lo brutal y ofuscado, así como triste también
es que sé grafica en grises
y los gráficos son tristes
partiendo de la idea de figurar o materializar
ya sea en ilusiones o visiones.
Para comprender:
Desde el alma busco el infinito
siento en esencia
adhiero a la vida como una paleta de colores y recursos
con relaciones anacrónicas y también anárquicas.
Como ya escribí alguna vez
es un concierto y porqué no una fiesta.
Filtros de luz:
mis ojos cierran el telón
y la imaginación fluye
desmantela la oscuridad
y se viste de seda,
una llamada despista la atención
alerta a los sumisos.
El desconcierto y la fascinación ayudan a soñar con élla
la música,
que juega con mi cuerpo
y mi mente sedienta de volar
De hacer el amor, el odio y la revolución.
Ellos sudan.
Receso.

Después de todo receso vuelvo,
para ello son los recesos para volver
sino,
hubiera sido una despedida.
Esto era un hasta luego o quizás un hasta siempre.
Digo así y las asociaciones son siempre libres,
gemidos del bandoneón que conviven con su figura
como el marco referente en busca de la revolución.
“HASTA SIEMPRE” icono y consigna que lleva consigo una firma, un rostro, un slogan, un graffiti.
A diferencia de ser la frase la que ocupa el lugar,
es el rostro (con esa barba eterna), pensante, desafiante, inteligible, inteligente, mártir y fugaz,
una boina que da vueltas como besos pasionales que nutren de lluvia el aire.

El cristal:
redes tridimensionales que se repinten infinitamente.

Buscaba la historia navegando en las hojas,
el hipnotismo de mi entendimiento en este momento,
sobrepasa las pasiones del desconcierto,
la palabra justa podría ser angustia.
¿Por qué?
Por pedir
por vivir
por buscar un asilo
por encontrar el margen y deslumbrar a la suerte con el azar en sí mismo
y así, atribuirle a ella su rol preciado.
Parece que la inconsciencia de las palabras esta vez se apiada de mi victimizándome
y no comparto a las víctimas sin participación.
Más bien,
asumo el rol de víctima en la intensidad del abismo
(luego del riesgo)
y de ser derrotado en manifestaciones,
callando incluso al silencio con palabras burdas que adornan el vacío
por el mismísimo miedo a la soledad de las multitudes.

Lloran los soles
y desarman la vida,
destiñen la furia
mortales en la oscuridad.
Los sueños,
una cuestión tan repentina.
es una sintonía incalculable para bien desarrollar y/o justificar otro acto, placer, idea, concepto, vida, muerte, canción, poema, efecto.
Los deseos,
giran deseosos de surgir de sí, y que la energía los sobrelleve apoderándose de ellos llevándolos acabo.

Es el mismo principio de incertidumbre
que resucita en cortes y anhelos,
el mismo que el recuerdo a dejado sobre la mes.
Busco tu paz y no digo menos
haciéndote de soledad
puro en el receso jugando a soñar
corriendo desnudo en el cemento.
Lágrimas que sacrifican tu voz
mis ojos deshechos viciados de oscuridad,
busco susurros en la cueva,
el aburrimiento está exento.
Te quiero en formas y silencios imperfectos,
la claridad y las elecciones se suman así
con nombres, apellidos, encuentros, desencuentros,
se complementan,
tantas cosas debí decir...
quizás cuestión de destino.
Los golpes y el piano...
un pseudónimo...
y es que yo también lo tuve,
y en esos tiempos construí el túnel
en busca de respuestas...
Lloré y no vi respuestas ni sientí deseos...
¿Fantasía?
Sabias palabras de Alejandra Pizarnik.
”Coger y la muerte no tienen adjetivos”
y quizás por eso será que la entrega no fue pura.
Hipócrita sería decir que no ansiaba oír nuevamente algunas melodías.
El lagarto y su barco de cristal*
(donde se despiertan tantas preguntas conjuntas).
Quizás esperamos la conexión,
el tiempo entre tanto es sólo una medición.
Brillaban el sonido y los hijos del viento
la calidez sensual del túnel transportaba los sueños.
(sombras de sueños)
que no están más,
que estallaron
y las lluvias deshacen el miedo
el cielo cruje en deseos
en el precipicio de los labios.
(traslucen los besos)

Desarmar la piel, desnudar un cuerpo
salir a correr, sin comer lo de adentro.
Escupir,
el papel ausente
(marco de lluvia)
pero en la oscuridad la muerte brilla
y los ojos se cierran.
(Renacer)
en los colores y la paz
la música revive a los cuerpos que buscan el sol.
Correr,
huir de la trama de la escena
(u no despertar)
las figuras y los sueños me persiguen....
¿la salvación?
El ocaso bombea sangre y la ventisca me excita,
el cielo llora deshaciendo al sol,
perturbando a dios.
(el agua cae)
y los vidrios caen,
lloran lágrimas de ingenuidad
el sol fugaz
derrite las sombras
y así,
seduce al tiempo muerto.
Tus ojos,
como estrellas también actúan.
El jardín
(es brillante en sueños)
y en el infinito
la noche de los cuerpos es un camino,
es un camino fugaz que brilla en el sonido,
hasta estallar en un silencio ensordecedor.

Silencio ensordecedor

Revolución:
Destellos de imaginación
sueños y poemas
que congregan ilusiones
arden mis ojos a la espera de no ver
y siento el azar,
suerte, destino
caminos marcados
(diminutos delirios).
La desesperación fluye y se desata
enfrenta oscuridades
incita a la producción
sulfura el ánima
y el rencor muestra los dientes.
(La conexión: )
metáfora de la vida.
Aquí,
las medidas ya no importan
el circo endemoniado no tiene retorno
los besos en escala hieren
incluso los que hablan
incluso los que sienten
incluso los besos.
Releer las firmas a tu nombre fue quizás el detonante.
Ligamos las piernas,
dejaste los besos en el aire
excitando al infinito
y vi el efecto
(sigiloso desliz en deseos)
del fuego mojándote.
Giran en mi,
las manos en el aire
de un barco dulce
un viaje vital,
una revolución disecada en busca de luz.
Resucitar
un mundo
el universo
(tan ínfimos)
levitábamos
sentíamos
soñábamos
creíamos
jugábamos.
(estoy aturdido)
Proyectos
papeles
palabras
silencios
deseos
anhelos
sueños.
¿Dónde estoy?
¿Cuál de las cartas es mía?
¿Cuál es para mí?
¿Por qué no veo las sombras?
(¿Por qué soy una sombra?)
Espero esto sirva...
a quién más lo sienta y/o necesite...
y sino...
será simplemente una alegoría del deseo.

jueves, junio 01, 2006

Carta VI Carta VII y Carta VIII

Aquí van las últimas tres
quizás por que van de la mano
además que en el momento que las hice
salieron en una detrás de la otra
y por que necesito exprimirlas aquí
y reavivar algún fuego que me cobije este invierno.
Por eso y para todos...

Carta VI

Un ángel negro
aparece y da el presente.
Tan solo míralo
para que se pierda
como un fantasma en el aire,
pero su odio siempre está.
Espero su llegada
bebo el rencor
solo un prejuicio,
no seré victima otra vez.
Un aviso no basta
la segunda oportunidad
es propia y ajena
según el entorno
con esto digo que me duele.

Gracias!

Su poeta.

Carta VII

Me estiro y desangrado por la angustia de sonar siempre en ecos, surjo en un mar de sueños. Mis dedos se deshacen entre tanto y tan poco. El fuego baila libremente ante el negro que da la nota en el marco imperfecto. Maravilloso es el consuelo sin importar en que te descanses. Una vez más el exceso es un fantasma que me deja estar y viajar en el libre anhelo del que vendrá. ¿Explicación alguna? No siento en justificarme, creo en la aclaración como una pieza, un elemento válido que se suma a la alusión de colores con tonalidad de uvas. El cuerpo sobre la mesa es tan frío y tan áspero, acaricio su transpiración. Una montaña se desdibuja del mapa. ¿Realidad? No se como y desde luego el por que. Es el instinto que reina y los placeres se apoderan, desatan y apresan al pincel que baila en el jolgorio. El cielo se cierra y tan solo en un instante el ángel cayó y estalló contra el suelo. Sus alas desgarradas se purificaron, desde luego mirando al sol. De rodillas aprendía la falta de leyes y el gemido singular. Aturden los gritos y el tímpano sangra, es el ritual de la justicia que me derrama en el suelo.

¿Qué Poeta?

Carta VIII

A decir verdad no sé bien por que lo hago, pero aquí otra vez. Tan solo los impulsos que gobiernan la libertad, por tanto estoy preso de improvistas reacciones desgarrando mi pluma y mente en cuerpos de alcohol. Estar sentado en la sala y ver como las historias se montaban en una tela, reflejaba no menos que puntos de vista, trazos en el aire. Refugiado en el arte de la descarga como arma de la no opresión, exijo tan solo un pedido de coherencia y por ello desafío al aire a que me contraiga los pulmones si es que puede hacerlo. ¿Cómo describir el proceso de una musa? Digamos, la inspiración surge de sí, surge de mí. Pero aquí tan solo figurarte de impresiones (a los que no llamaría prejuicios.) He fundado tu ser y alma tan solo con leerte, pensarte y lo único que tengo de ti es la manifestación de una forma de tu arte. Me excita el reto de pensarte sin tan solo tu permiso. No necesito libertades, creo que sería magnífico coincidir imagen con alma, digamos, te creo mucho más que sustancia artística por de mas de la creatividad. El fuego sigue encendido y se alimenta de sí mismo, sin importar que el viento lo apague, surgirá en cualquier sitio o ambiente por el simple hecho de existir. La armonía de las luces climatiza y contextualiza el aroma en cascada y desciende por una tabla horizontal. Es de seda el sol que se consume apañado por el paño que lo vuelve luna y entristece a la misma muerte. El análisis surge de su magia y es maravilloso apreciar los vuelos bebiendo del semen de los efectos puros. Un vacío interior se agranda y me sumerge en la sequía del dolor, ese dolor que me arde, que me ata, el ardor que me mata y me da placer. Espero una nueva poesía, un nuevo alimento al alma que me demuestre que no sos, solo una piedra más en el mar.

Un poeta.