viernes, agosto 29, 2008

Permiso:

Un millón de manos esperaban por verte
y mis labios se cayeron dentro tuyo
y sin mirarte más que a vos...

-Viento, ¿Dónde estás?
-Acá estoy, despertándome.
-¿Sos púrpura mi amor?
-Estoy viéndome en las palabras.
-Es que yo soy el verbo.


Incandecente.
Candente.

Nada es tan incierto
Nada es tan certero.
Brillo en la luna.
En tus rayos de sol
nacen del éxtasis los pétalos de luz
los besos dorados que me queman,
abierto a tu corazón
desliz fugaz:
intermitente,
el romance perdura
el encierro nunca estuvo por acá
volar
si volamos como el viento
volamos en el viento.

miércoles, agosto 20, 2008

Emperatriz del sueño: Viento de amor

Despierto
y tu piel es seda
y tu boca es miel
y verás en mí el color real.
Tengo una voz que me canta al oído y me sublima.

Uno, dos tres.

Noche,
la noche,
si, es de noche,
la luna está otra vez en el cielo,
y el viento ya volvió de Caledonia
Nadie busca más que vos en mí
nadie busca más que vos de mí.
Atado a vos desde la construcción del presente,
el agua,
sentir el agua,
caerse al agua,
encuentro razones para declarar a la lluvia con nosotros.
El frío erosiona,
la fragilidad
pero los lazos metafísicos no son solos, no
el cuerpo, si,
el cuerpo y las palabras.
-¿Estás despierto?
- Sí, estoy escribiéndote.

Para volverte a ver,
siento el respiro,
el aire puro,
sin vicios
tu vos me hedoniza,
crujen las estrellas
y el sol se derrite en la profundidad de tus ojos
y el viento ya volvió de Caledonia
Corrí a buscarte en una canción
y al llegar el alba ya estábamos inmersos
por florecer con el sol en el verano,
viento de amor.
Un espejismo,
en la lluvia salir corriendo y desaparecer
perdido en el desconsuelo,
la desesperanza desesperada desesperaba,
volando a tocarte para despertarme
y el encantamiento era el juego
tocarte y desaparecer,
correr, correr, y las manos del agua
los ojos, la magia,
la llave está en tu lengua,
la verdad.
Una flor despierta,
me quita el sueño y todo lo que hago desde aquí,
miro la lluvia y te veo a vos,
te busco y ella me habla de vos,
te busco y ella me habla del nacimiento del sol.

Es un regalo, un cuaderno
paraíso inmortal,
tus piernas para mí en la cama roja,
de reojo,
y me acordé,
y asumo qué necesito
te necesito.

La sombra
la sima
se mira en la composición.

El tema de la palabra
las palabras,
la voz,
Todo, sí,
lo siento,
sentado a oscuras muevo el brazo
intento perpetrar todo esto que no puedo dejar de decir,
nada es tan secreto.

Te Amo.

-Sabés, nunca se lo dije a nadie.
-Pero…
-… las palabras como colores,
y yo pintando seguí el camino del cuero.
-¿Desnudo?
-Virgen de amor, cegado a sentir.

…y el viento trajo la luz del día
una noche azul en una mesa dispar.

-¿Cuántas voces?
-Y como dos o tres veces me perdí en los ojos,
en serio, estábamos en la cima y las palabras no eran ruido,
no llovía, la luna…
-Luna hay siempre.
-Ahora bien, no me acuerdo si la vi
pero si así fue, pasó inadvertida.
El hambre es terrible,
la sed,
la sed corta,
porque el hambre solo focaliza en el hambre,
y uno no piensa en otra cosa más que el hambre,
ahora, la sed…

Infinito.
Tan específico.

A los ojos:

-Las palabras iban a los ojos y todo nuestro,
todo a nuestro alrededor se hizo de noche y de día,
y de noche ya no mas tiempo,
y para qué.
-Claro, si el cuerpo volvió a sentir.
-Y el alma.
-Y el alma, floreció el aliento.

La sensación, necesidad.

-Yo quería estar en vos, sí.
Nació la flor.
-Volví a escuchar la voz,
los dos consumando la promesa.
-Y la proeza, quebrar la quietud.

Y así olvidé,
y así desperté
y abierto al encantamiento…
la libertad.

Dormir,
sí, quería dormir,
el calor,
cantar de nuevo,
cantar por primera vez
y a la vez el abismo,
la altura,
alto sí, estaba alto,
estábamos tan alto.
Ciegos.

-¿Qué esperábamos?
-No sé, vos viste cómo es esto, uno espera.
Uno no sabe qué, pero espera.
-Pero…
-Sí, esperábamos un quiebre, el contacto.
-Claro.
-Y sí, el hecho existía, era real,
las palabras éramos los dos.

Escandinavia.
Caledonia.
La Sima.
La Luna.
El Alba.
La Eternidad.
La eternidad es siempre, desde siempre.
La eternidad es siempre, para siempre.

La eternidad,
intensa y profunda eternidad:
Todo empezó un sábado a la noche
y las
y la voz
y el cuerpo
y el silencio
y la sed.

Todo a los pies.
Todos extras, sí,
pero nada de más,
nada sobra,
la perfección, la armonía,
verano,
Viento de amor.

Una casa.
Un hogar.
Un cuerpo.
Revivo esta vez,
y sí, estuve vivo,
estaba muerto
estaba muerto como todos,
miraba el sol y corría,
los ardores, las quemaduras,
la insolación.
(Metáforas)
Pegarle al cuerpo,
violación.
Sacrilegio:
Profanación de algo sagrado,
y no mi cuerpo, sino la sensación.
El mundo Idiotas.
…y así me fui a buscar el infinito,
la búsqueda del perfume floreció,
y tuvo lugar,
llegué un poco después,
sí, lo sé, pero ya estoy acá.
Vos no llegaste antes,
yo nunca llegué tarde.

La fe y el sur.
Viajo desvistiéndote.

-No puedo. (Digo y me reservo).
-Creo que tengo miedo a estar enamo…

La tormenta a nuestro alrededor y yo no quiero saber.
Yo solo quise dejar de hablar y contártelo todo,
y vos sabés, el diálogo.
Nos atravesó el silencio que fue el deseo,
y por sobre la mesa las bocas se encontraron.

Mi amor.
Volar,
me gusta volar con vos en el agua,
con vos nadar en el cielo
y la espuma,
y caigo, sí, en el amor salvaje
el hambre,
la furia,
el cuerpo,
la sed.

Quería tus piernas.
Quería que me mires.
Sí, el conjuro,
el trato.

-¿Pensaste que podía ser amor lo que había en juego?
-¿Te puedo escribir algo en la espalda?
-Sí, decime.
-Creo que te amo un poquito.
-Creo que me estoy enamorando de vos.

Verdad,
de fuerza total,
la miel llueve de los ojos.
De fondo
el fondo híbrido.

-¿Qué más da?
-Tenía ganas de hacerlo.
En serio.
-¿Como si nada de todo esto tuviese sentido en realidad?

(Me gusta cuando me sorprende).

-Es que es así, no es tarde.
-Estamos bien.

Revuelvo mientras tus ojos me ven
¿Qué hay para decir sobre la incidencia de las flores?
Realzan el color, gritan,
El pulmón se abre, se renueva
las líneas.
Definitivamente tenían que ser así,
lo musical es música,
una perla,
y no me preocupa,
un labio separa,
marca, digita.

¿Por qué?

Realmente no hay nada para ver,
fuera de todo esto el cielo silba.

Un amor,
el cielo aquí,
ya no más desierto de estructuras.

-Empecemos.
-No vine pensando en otra cosa.

Dulce,
calla sobre mí,
duerme
y vamos así a fundar de nuevo.
Gime,
sueña
y fluye el río del amor.
Espía.
Desnuda mis ojos,
desnudo,
seco.

Hay luna llena mi amor.
(Suave).
Caminando
caminándote despierto.

Pasan los días, el tiempo,
los plazos, el encuentro,
fortuna real.
(Paciencia)
No quiero que desaparezcas…
Vida,
no te detengas reina, no.
Recuerdo tu voz
la inmensa soledad,
ya quebrado digo,
no te vayas.
Verte es despertar la mañana.

El verso, un verso
y sí, hay letras
las letras están y no son el relleno del la música, no.
Tampoco la música se rinde a los pies de la voz.
Riega la impresión,
siembra,
sombras y desaparecer
el signo del sol
caminándote con un beso y te veo.
¿Cómo explicar?

-Despacio por favor, estoy matando al fuego.
-¿Confiás?
-Te amo.
-Nada nos apura aquí, no existe el tiempo.
Solos vos y yo.
-Y los cuerpos…
-Solos vos y yo.

El cuidado
el respeto y no por la distancia,
la destreza
el arte de amar,
el saber ajeno
develar el mal,
las cosas por su nombre.

-Ya casi estoy.
-¿El que habla es el cuerpo?
-No.
-¿Y entonces?
-Pero…
-Nadie sabe nada,
-Yo también tengo miedo.
-Yo también estoy aprendiendo.
-Gracia…
-Sh, silencio.

Afuera no hay lugar
adentro el sueño
no es el final,
una flor paciente
un reino.
Tu vientre, el sexo
la fuerza del sol
la pasividad.

En los ojos un jardín intenso.
En el espejo la transformación.
¿Cómo explicarlo?

-Ya estás adentro.
-Silencio me dijiste.
-Despacio.
-Perdón.

Escribir a la distancia,
irse,
volver
(Volver: para lo que hay que haberse ido)
y cuando se está solo,
más afuera sale todo
más adentro se está.

Cuidado,
con dolor.
Cuidado,
sin ardor.
Cuidame,
por favor.
Cuidame,
con amor.
Flores.
Florece el tiempo.
Flores en el tiempo.

Duerme la paz,
los cortes, un sueño descortés.

-Como el agua.
-Nuestro amor.
-La mañana.
-Quiero verte.

Las manos en realidad me tocan
los dedos atraviesan y flotan.

No digo.
No digas.
No es un regalo.
No es un silencio
No es un pan de miel.
No es un desafío.
No es una señal.
Es amor,
la fuerza más grande.
Es un gesto.

-¿Ya estás?
-No, me falta un poquito.

Navegando en las sábanas,
el juego del olimpo reina con ojos de ensueño.
¿Dónde estás?
¿Dónde tus ojos?
Aquí tu cuerpo.
Veo cómo me tiembla la mano
el pulso se va,
desequilibrio.
Tan fino el trazo
caminar despacio,
levitándote
despierta
amanecida
el hambre
el calor
el sueño.

Mal sueño:

-Ya está, solo fue un sueño.
-Nada más que un mal sueño.

Tiembla,
respira la calle acostada, sin mirar atrás.
Quiero estar con vos ahora.
¿Dónde estás?

-Sé que estuve ahí, por eso no quiero volver.
-Los fantasmas ya no existen.
-Llevame por favor.
-Vení conmigo.

Hay un momento, es un lugar
los cuerpos se chocan y el estremecimiento nos amalgama,
la sensación,
es como el agua
nunca dejé de volar, y al estar ahí,
no quiero dejar de hacerlo
no hay más dolor,
de verdad.
Nada desaparece,
todo se suspende alrededor.
Emperatriz del sueño:
Volviste.




lunes, agosto 04, 2008

...algunos soplan con el filo de la arena humedeciendo al mar

...es una experiencia repetía todo el tiempo, balbuceaba si en realidad así era, o si acaso sería posible vivir así, de esa forma, porque el vivir es en parte (y en la totalidad también) eso, una forma, un contorno, si, también el aire tiembla, mi voz tiembla, mi corazón late y la sangre, el bombeo me hace temblar, en serio, a ver, si ya sé, si esto empieza siendo una catarata de aclaraciones acaso habré determinado entonces el foco por el cual estoy haciendo esto, escribo y empiezo diciendo que repetía todo el tiempo, que es una experiencia, bien, repito qué es, el verbo está conjugado en tiempo pasado, eternizándolo al decir que se repite y encima, el acto de la acción del repetir transcurre en presente dentro del pasado, y esto es lo que yo llamo inmortalizar algo, como un corazón, sabés me gusta escuchar el latido de tu corazón, escucharlo es entender que el cuerpo es mecánico en su desempeño, y a su vez es independiente de nuestra capacidad de razonamiento para funcionar, suena de fondo, suena y resuena, y entra en mí la música, y las palabras entraron ya y se figuran a lo largo del camino, una travesía, las esperanzas de pensar en un control total de lo que me atraviesa ahora, la sensualidad como signo nuestro, propio, en la música los acordes, las notas y la fatalidad, siempre el romanticismo, el instante y mientras veo la historia, las historias están concentradas allí, la historia está dividida en historias, está construida y en un segundo plano, es que para todo esto la espera sin embargo persiste, la esperanza existe salteando quizás la manía del invierno, buscando el fulgor de las palabras para evitar el fuego blanco, lloran, los escucho llorar, maúllan, tras la puerta los gritos son desgarradores, tan agudos, el frío se cristaliza en mí, los movimientos me atraviesan en el aire, rasguñan la puerta y aceleran el canto, desesperan, sí, es desesperante, la sensación, la sensación desesperaría a cualquiera, están por todas partes y te ven y te espían tras la puerta, subidos a la ventana rasgan el marco para poder abrir, para poder entrar, a ellos no los importa abrir, ellos quieren entrar, ellos quieren salir, ellos quieren estar, ellos quieren, generan violencia, incitan violencia, inspiran violencia, respiran violencia, la contención, la rabia, la ira como manifestación inmediata, la asfixia, la oscuridad y no paran, no cesan, cada vez son más, cuántos hay tras la puerta, que yo sepa eran 3, pero uno ya pasó al otro lado, ¿qué quieren? tiemblan en el aire, ellos quietos vibran, mueven el aire, pienso en la voz, un mundo, una voz, la voz, tu voz, la mirada ante los ojos corresponde con un deseo, la perversión, quizás, el impulso perverso, es que desde el vamos algunos dijeron, yo quiero jugar el juego, y no, si acaso vas a jugar algo que no sea un juego, ¿dónde estás?, estoy buscándote como si supiese que vas a figurarte así, y estás ahí, así estás sentada seguramente y no puedo dejar de verte cuando cierro el telón, espero tus palabras, quiero que me riegues de sueños, que me muestres el cuerpo, que cortejes con sonrisas mi voz, que la velocidad del cielo nos condecore como un sueño, como en un sueño, la fatalidad de la entrega, la belleza, el cuerpo, nuestro cuerpo, nuestros cuerpos, en silencio, el silencio, nuestros cuerpos en silencio, en silencio hacia afuera, silencio para con nosotros, ellos hablan entre si el idioma del cuerpo, la palabra del cuerpo, la lengua en el cuerpo, la lengua del cuerpo: lenguaje. La súplica, la espera y te espero ardiendo, no por dolor, no por espanto sino por el fuego ¿el fuego duele?, el fuego es pasión, el fuego es deseo, el fuego es muerte, sí, el fuego en el aire, el fuego quema, el ardor, el amor preside la secuencia, el amor es la esencia que no va a subirse a otro tren porque para eso debió haberse bajado, para lo que en algún momento debió haber estado arriba de otro, (pienso rápidamente todas las imágenes y miro y veo y leo y aprendo y canto y recito y escucho y callo y espero) y es tan áspera la espera, tan espesa, un sentimiento, cuando la espera se vuelve un sentimiento, cuando la espera ha dejado de ser un sentimiento, cuando la espera dejó de ser sometimiento es que me rindo a los ojos, me rindo a tus ojos pardos en la eternidad que solloza enraizada, convulsionada con el florecimiento, reconozco los colores sí, emocionado estoy, así como también reconozco el uniforme del luto y pienso en la vanidad de las alternativas, hay minutos enteros de vida y todo se abre para abarcar, se abre para expandir, se abre para cerrar, y se minimiza la profundidad, y es por eso que cualquier atisbo de eternidad es mal interpretado como profundidad y claro, si la profundidad se baraja desde la altura, si en el atisbo la eternidad se vuelve un abismo de intensidad, donde todo irá a caer y a caerse dentro, y así retroalimentarse pensando en que jamás irá a llenarse con la idea de que en algún momento se pueda saciar el hambre de la falta, ¿quién siente la intensidad?, si, solo anhelar, solo pensarla, si no se sueña los recuerdos pasajeros se miran azorados por tanta grandeza, ¿es tan extraño? por favor… los límites, el tiempo, el marco, las reglas delimitan de por si, entonces, quizás hoy el amor sea en si mismo el marco, el ámbito y la experiencia, el orden de los factores con las luces, ¿hay luces que no nacen ni mueren?…si las hay, hay noches eternas, como cuando el tiempo se vuelve eterno sin siquiera notarlo, que se estira, como si fuera un elástico, una membrana de goma que parece que jamás irá a romperse y sin embargo la textura se suaviza, trasluce lo que hay detrás del tiempo, pasado-futuro, la transparencia, el presente como la fragilidad, cuando toda la secuencia de actos que se espera o no que ocurran pueden llevarse a cabo, como si no hubiese fin, como si no hubiera tiempo, y es que no hay, no hay tiempo en realidad, no hay tiempo en estos tiempos, y no por urgencia, y no por necesidad, no hace falta porqué no existe, ¿por qué no tienen lugar la música, el verte, hablarte? quiero tocarte, y te miro y te veo, sí te vi no voy a negarlo, es que no estuve vivo ese día, de verdad, tampoco estaba muerto, simplemente no estaba, no voy a explicarte nada… en busca o en la búsqueda, vos viste que no es lo mismo, el sol, si de noche, el sol y la luna, y las sombras, y el fuego, el fuego y la sombra, ¿has experimentado?, el jardín está abierto y ahora sé dónde estás, sé donde estoy, estoy en un jardín de bocas con hambre, de cuerpos que tienen hambre aún habiéndose cruzado, conocido, y la llave ya se sabe dónde está, pero, si estuviste siguiendo a los payasos espías, si perdiste la vista en el fuego para saciar el hambre te digo, te repito, ¿tenés experiencia?, algunos soplan con el filo de la arena humedeciendo al mar, en realidad estoy haciéndolo, otros simplemente enamorados, enmarañados, se regodean con los colores del viento, pienso todo el tiempo en tu voz, dibujo las formas de tu cara y acariciando el aire con los ojos cerrados siento que puedo tocarte y llegar al alma y me muerdo los labios para buscar, para encontrar, para encontrarte aquí, para encontrarte en mí, para encontrarte dentro de mí, la divinidad terrenal, la luz, mi sol real, como un rayo, busco atravesarlo, quebrar la oscuridad, cegando los ojos y las cabezas ruedan, los cuerpos giran y la lluvia no me moja, y estoy acá siempre, relevante, irrelevante, sangrante, con amor me muerdo el labio inferior con los dientes de arriba y puedo sentir que estoy buscándote y muevo la lengua contra el labio inferior simulando un beso, emulándolo, y me rodea la sensación y como esperando que el aire que me toca la cara se convierta en viento, en mi viento, en vos viento, y ahí florece la génesis, y tiene lugar la creación, la invención, la consumación, la conjunción, la forma, el reconocer, el reconocerme, el reconocerte, el reconocimiento, el sueño despierto, el cuerpo conjunto, el sexo, los mundos, el paraíso y el infierno, el cielo ilumina y la distancia no es tal, no existe, porque no hay alejamiento, hay aire, aire, y el aire que soplo lo vomito contra el papel, y el sonido es movimiento, el sonido es aire en movimiento, la fricción, la oración y el silencio no es causal y puedo seguir juntando, recolectando y eso, esto es lo que hago, sembrar, germinar flores, tengo decenas de versos que quieren llevarte a caminar por las invenciones de la letra, por las curvas de cuadernos anacrónicos que se esconden dentro de las palabras que se escapan de mí, quiero dormir, yo vi la palabra, el silencio del amor, el ruido del mar, el lenguaje del mar, las olas, las manos, tus manos, las bocas, la arena, los milagros, la oscuridad lumínica, las luminarias del respeto, la vida de la sangre y enamorados, los enamorados que arden en el fuego que arden como el fuego, el misterio desvistió a la suerte y floreció en la boca del invierno, quiero abrir el aire, la distancia, y tiemblo porque no entiendo y es que hay cosas que no hay que entender, y la ciudad está vacía sabés, todos caminan desalmados, algunos brillan solos y son opacos, el hambre de luz los desalma, y desarmados siguen, el día empieza y el sentimiento llega, se despierta el día, la música de la calle, el frío invernal, las ventanas del vientre, y estoy conquistando con vos mi cuerpo, estoy buscándolo y están devolviéndome el placer, el dolor del sexo, el amor, descubriendo el amor, sabés, las distancias también son amor, son aire, el silencio, te hablo, ¿me hablás?, hablame, en silencio, sos tan sensual, impúdico en el jardín de las velocidades amorosas releo y te veo, y qué más, tengo deseos, te deseo, te anhelo, pero el mar es nuestro también, somos una sinfonía en plena composición todo el tiempo, un cúmulo de sensaciones y sentimiento de poder que no van a dejar de vibrar en el aire, en el tiempo, fricción, movimiento, y caí a la tierra a buscar un cuerpo puro real, , y de un nogal cayó la flor del alba y al despertar voy destruyendo el aire, la flor real va suavizando el karma, la intensidad atravesando el agua, mi amor, el cielo, la distancia para ver un poco más que nuestro sol, vas y ves, y estás y estoy, hasta explotar, esperando la mañana, quiero que me arrases con fuerza, y llegaste aquí y no puedo irme, no quiero volver, es un camino de ida, como un viaje, es un desfile anacrónico, hay brillos y luces, las luces también brillan, no quiero escapatorias, ya no más por hoy, en esta ceremonia el quebranto cesa el fuego, y el frío es ausencia, y el ardor es el fulgor interno, el infierno que se abre otra vez, el frío esta vez es un factor externo y la escapatoria no es necesaria, ya no hay muerte cerebral, el túnel parece cuestión del paso del tiempo, neurastenia, de una casa vacía que cantaba hacia adentro sin siquiera tener cimientos, disforia dentro del vidrio, las ventanas eran en si mismas la lluvia, y no hay olvido, detrás de las columnas el lamento por algo que nadie sabe qué ni por qué trasciende los límites del juego, la suciedad, las manos limpias, no me gusta ensuciarme las manos, me gusta hundirme a mí, nadar, ungirme en los aceites de la experiencia, las heridas, sangrar si es necesario para ver la luz, el sol está en Caledonia y el viento purpúrea está aquí, allá y en todas partes…