miércoles, mayo 02, 2007

Sacrilegio en F#

Yo soy una rosa de fuego, un verbo que se conjuga en cada uno con el sentimiento que despierto en el otro, eso sí nadie dueño, el duelo es encerrarme solo, sólo en un verbo. Una vez te dije que no iba a prometerte nada y que por vos era conveniente de que no te sientes a jugar un juego que no estabas ¿Por qué las risas cómplices contextualizan este viaje con emociones de entrega plena y pura que se pierden en la lluvia que decrece la atención y busca luces de escena para estar frente al...? Quizás soñando ser sol, ya sea en la oscuridad o en la búsqueda. Un desafío lacerante:Sacrilegio en F#. La mariposa es el acorde F#. Se abre. ¿Querían oír el grito de la mariposa? Tiempo! Yo me voy. Tal vez el viento pueda rescatarlos de la caída de los pétalos sin voz. Sé que la sordera culminará. ¿Cuándo? Demasiadas preguntas señor juez, es la lengua, es sólo una lengua. Quien quiera oír que oiga ¿Nadie quiere? Algo voy a hacer… Sacrilegio: profanación de algo sagrado y el F# será o no una nota o quizás sea la profanación de el Fa sostenido. El F# representando a alguien o a algo que está siendo profanado. Es que no hay que pensar, eso queda en el otro, no es una ciencia. Y si lo es (será) la de la interpretación de acuerdo a la amplitud que cada uno tenga dentro de su genio o bien de la negación como límite de saber qué es lo que no se puede hacer... Es como un libro o una canción, la esencia tiene que generar algo o no. Lamentablemente no importa ¿Por qué? Porque primero hay que hacer que se genere y que se despierte para poder captar la atención y ahí… El fulgor de la velocidad forjó la sobredosis de aire y luego la asfixia de la soledad verborrágica fundó tu sombra. Los cuerpos vibran frente a la voz. Los cuerpos llegaron a ver el sol. Los cuerpos bailaron. Los cuerpos no te sienten hoy. Soñás con volver de donde nunca te fuiste sin saber que hace tiempo ya no estás aquí. Vestigios de la tierra fértil de canibalismo.Reclamás las llaves de la ciudad, de tu propia muerte, en un vendaval. Abriste las letras y atravesaste el espejo en la defensa, siempre sacrificio y alusión, descansás en toda tu obra viva, sos tu cuerpo consumido y cansado, sos el tiempo. En ese cuerpo te encerró la vida. ¿Esto no es el final? No pude retratar el impulso ni mucho menos ser la voz, cada vez estoy más… ¿A qué velocidad se mueven las nubes, volando en la ciudad que todo lo sube? El anuncio desde el comienzo, la premonición y tu propia muerte en vida, esa es la canción, sos el arte del cual siempre fuiste parte. Displacer de una rosa que se abrió y veló las fotos al sol, se quemaron tus ojos de tanto mirar aquello que nadie veía ni nunca más. Centro de atención y cetro candidato a señalar al sol marcando el tiempo y describiéndonos, asumiendo el paso y traspaso del tiempo, la traslación e intertextualidad generacional del imaginario colectivo. ¿Cuántas obras has sufrido? ¿Cuánta verdad hay sobre la luna en los artistas y su lado oscuro? Sin mañana la misma fuerza deshecha desgarbada. Íntegra en la caída, en su más profundo dolor vive la llama residente. Mariposa que se comprime tanto, capaz de concentrar el poder y el ardor bajo la piel. La larva comienza a sangrar, a desgarrar la seda. Toma conciencia de sí, se asume ahogándose dentro del capullo. Ya no siente el aire, ya no huele el mar. Germinar la flor para cantar así la furia frente al sol incluso bajo las horas de la luna. Canalizar en una esquina frente a las sombras de la madrugada el llanto del adiós, abrir las ventanas al sol. Empezar ardiendo las alas que se queman, buscar abrirse para limpiar la sal. Soñaste y soñás así y lastiman las piedras, lo sé. Sólo tu voz, sólo el silencio. Reventalo así, rompelo. Sí importa caer incluso frente al vértigo. Soy el jardín en esta noche y orgulloso reclamo y denuncio que la mariposa es la llave para ser la luz, para sobrevivir a la resignación y que aquí la locura es moneda corriente y que las voces y los gritos dialogan y sienten también con silencio, viendo por y para poder volar, frente al tiempo que sólo atosiga y encierra. Hay tantos colores conectados en el aire y los ojos que no van a caerse así. No vas a cerrar los ojos al sol. La luz señala y sangra, ilumina el sudor y da aire. Música frente al cansancio y la eternidad de la melancolía. Hay acordes vivos ante esta tormenta fétida que intenta apaciguarnos a todos dentro y fuera. Ya no hay relojes que no digiten el mareo. ¿Cuántos hay aquí? Divino el gesto, lo sé y no es por cortar el aire pero el vacío frente a las bocas hambrientas nunca cesa, inacabable el fulgor y el deseo de saber que en verdad nada alcanza aquí, todo se desintegra frente al fuego, incluso el viento se pierde y se quema; la velocidad de la caída y el ardor omnipotente como motor incluso de las lágrimas. Buscá la paz, eso es amor, ésto es la vida. La incondicionalidad es la llave incluso en estos tiempos. Un círculo de luz me besó los ojos. Antes que todo vamos a reventar el conocimiento de nuestras verdades en la invención de nuestra alquimia, dispuestos a ser un acople mortal de melodías púrpuras. Vamos a caer en nuestra luna disuelta en perlas negras y azules. Reconstrucción. En el final, después de todo. Las líneas abriéndose a toda velocidad frente a la luz negra que se abre lentamente como una flor sublevando toda música en un silencio sordo. Una corolla en el tiempo. El caos es el marco de ésta, reventando al bao sonoro estamos aquí para llevar a cabo nuestra reunión cumbre. Se puede hacer y mirar el sol, pero nada se entrega. Otra vez la búsqueda de algo nuevo. El frío arremete a los cuerpos abiertos y sus esquirlas hambrientas en busca de ocuparte y desarmarte así. Es en ese momento que la llama viva y eterna, el fuego, resucita y se codea contra el miedo y el hielo. Todos saben que el invierno gestará las semillas para la primavera. Todos saben que el otoño es una acuarela. Todos saben que la sal hierve las heridas. Todos quieren el nacimiento de una nueva flor. Todos dicen tener la miel, habría que verlo. Quizás después de todo sea solamente eso. ¿No? Pesadillas y regresión en la búsqueda de la nada misma. Reconocimiento, mar de lágrimas: Fuerza centrípeta. ¿Dónde verlo sino en el sueño? Las facultades endurecen la laxidad del movimiento. Espero por mí respirarte así, escuchar tu voz abriéndose al fin, secándote al sol desgarrando al tiempo y curarte las manos sangradas. Así el frío detiene al aire en las calles confusas, la niebla y los lobos hambrientos, escuadrones de la noche. La espera como un deseo ante la posibilidad de la escapatoria del infierno y aquí el hielo cerró las piernas frente al invierno temeroso de sí que florece en representaciones tan puras que simplemente sueñan. El fulgor de la velocidad forjó la sobredosis de aire y después la asfixia de la soledad verborrágica fundó tu leyenda y tu sombra. Un nombre redondo que me gusta decirlo, es tu cuerpo visible antes de perder el control afinándome para dibujar tu voz. Y te llevaste mi rayuela al mar nena y otra vez te abriste como una flor y yo quiero ayudarte a mirar. Mirame a mí. Un beso lunar, en el mundo tras las paredes, el cielo púrpura en su máxima profundidad como tierra donde las estrellas son más que soles y no mueren siquiera consiguiendo ayuda. Quiero tus manos para mí. Te vas otra vez y pienso si estás. Hay contacto. No podés existir sin él, sin eso, sin vos. Es que quieren tus manos, darían lo que fuera porque vuelvan. En realidad esperan que se te desarmen de una buena vez, vos sabés deshacerlas en tu última pintura, grabar en el cielo tu última partitura con la sangre de tus dedos hasta arañar al sol con tus huesos. Vos ya sos él y tantos otros que el viento tampoco escucha. Sin colores nadie sabe imaginar. Sabés, desde adentro, desde el sol. Llueve y se tiñe de gris la ciudad. Sabés es el llanto, es el color. En el asombro siento la inercia y la pasión que se despierta en la comunión. Mucha fuerza oyendo a una voz. Rompan todo!!! Esto es lo que genera el marco, el contexto de una comunión, una fuerza común que busca y necesita la fuerza, el problema es que resigna y descarta el vuelo y la velocidad. Exige el descenso para sentirse parte y después se baja de la aventura castigándolo. Las mariposas gritan pero no pueden explicarlo. El acorde denuncia desde hace tanto tiempo… Hay un puente común que vislumbramos por sobre nosotros. Creemos y crecimos con la actitud. Lapidamos el germen creativo y a la vez señalamos las crónicas como réplicas ante los halos de luz. La flor está en el silencio también. Distracción. No tengo vértigo, no. No hay tiempo de meditación ni aprehensión. Carreras vírgenes de velocidad, sólo aceleración. El silencio tiene acción. En la vorágine ni los impulsos surgen, más bien, dentro de los embudos simplemente hay que salir. Las manchas en la piel y esta máscara donde poder perderme también. Así nos vimos... ¿te acordás? Me fui al cielo también. Atravesando el lago las aguas sólo marcan la distancia, la unión en la inmensidad eterna. Tanto demás, tantas luces en silencio, tanto brillo en la oscuridad. Una sonrisa y una voz. Deseos y proyecciones. Creo que soy yo y que soy parte de la historia del sol así como sombra de mí al otro lado de la luna también. El tiempo como un cristal tan divino que suena y mi cuerpo simplemente digita la melodía impresa en una piedra. Vigilan a las voces, ensordecedores. La paz desaforada en el reflejo de las letras, el silencio en las letras como la suma de la diversidad. Miro, todo gira aquí, el cielo es el agua y los árboles se desarman en mí, todo vibra frente a los árboles, cuánta magia, cuánto dolor. Movimientos como acciones en la sangre que revive sin siquiera haber muerto. Incómodo en la descripción, impulso innato. Pistas infernales que desaparecen en la desesperación. No puedo ponerme más que la prisa de la velocidad. Aire bajo la cruz del sur, el papel trascendental de los ojos desgarrados en el sol del bosque, bajo las hojas un nombre... el tuyo, el mío, la verdad como objeto, el cielo abierto en tu boca de mujer. Escucho la lluvia y dibujo su cara en el vidrio, es mi propia muerte que me sufre y veo que no estás, quizás también que nunca estuviste tapándome del frío. Tengo hambre, quiero salir. No quiero tus letras, no, quiero la esencia y no un eco, no quiero tu sombra, quiero la luz, quiero el sol. Ayuda!!! Caminaste el cielo y regaste flores en mi cuerpo, terminan las almas que nunca empiezan, deciden cerrar las puertas. Las manos gesticulan simplemente como el objeto sexual por excelencia, estrella del despertar. No podés entenderlo, no. No ves el cielo, no ves el sol. No entendés que abro las puertas, y te regalo mi cuerpo, construyo y me pierdo en el silencio, busco la sombra, te doy calor, invento colores, dibujo el paisaje, pienso en el paraíso, te regalo el sol, siento tu cuerpo, juego a quererte y te siento adentro, te siento enserio, sostengo el alma, arranco flores. Soy capaz de rendirme al deseo y asesinar a la luna por tu tiempo. Bailo en el infierno como si fuera el cielo, bajo la lluvia de fuego. No podés verlo, no! Un poema, un libro, un verso, un verbo, una canción, un eclipse, una caricia, un vendaval, una mano, mis dedos sangrando, mi voz ahogada de viento, una bendición al sur. Nada, solamente figurar la entrega como un karma, describir una porción de la granja como una simple ración de un rayo de sol. ¿Acaso es la obligación la ofrenda? Diez años puedo atravesar para correr hasta aquí, hasta veinte. Moriría estrella y nacería sol también. Nunca vas a entenderlo. Ya no sé si acaso podrás hacerlo. El después tampoco importa, no. Todas las voces vuelven en la búsqueda. La quietud está y vos estás tan solo. Otra vez en casa, en esta casa. Quisiera poder volver cuando estoy cansado y no cuando no tengo donde ir. Nunca pude volver desde allá, siempre los sentimientos Lo imposible! En ningún tiempo verás a tu cuerpo gritar así. Sabés, los pájaros ya no nadan en el cielo y tus ojos ya no alumbran el silencio. Estás durmiéndote y tengo tanto miedo. Detrás del vidrio hay tantos cuerpos poco sensuales y vos mariposa estás tan compenetrada en el espectro de las lágrimas que no ves ni los eclipses ni mucho menos el juego de luces y los ataques certeros que apuntan a tu destrucción. Subo y bajo constantemente, es la ansiedad de saber que será de mí hoy. Quiero saber si acaso el final es solamente una rueda que gira sin parar. Quiero saber si hay velocidad. ¿Algún color que prefieras? Dentro de la burbuja de diamantes se puede gozar sin impedimentos, después de todo uno mismo se consume asumiéndose como el mismísimo rayo de sol. El color enceguece los ojos, la pureza de la luz, es el verdadero dolor. El ardor en ecos envolventes. El ataque es sordo y las visiones ciegas asustan al espectador. La luna sinónimo de la oscuridad pura en su mismísima claridad. La locura no es más que la causalidad de este jardín. Ya no puede verse el eclipse, ya no puede verse la luna, sólo recordar la búsqueda y encarnarla cayendo dentro de los huecos del alma. Caras viejas, y el tiempo que retrocede buscando la escena justa. Las risas generar calor, la transpiración, las voces aumentan y el vértigo frente al silencio cada vez necesitamos más el sol. El cambio, la mutación, la puerta como asimilación del otro lado. Un flagelo. Una explosión en el poder maravilloso de las sombras. Ser el eclipse en este derrame sustancial. La esencia desborda la risa y esta explosión toma fuerza en el tiempo. Ya es tarde. No puedo ver el eclipse y no puedo ver el sol, no puedo morirme, ya no siento el amor, sólo conozco la luz de los recuerdos y los ecos que atormentan al sol que brilla dentro de mi burbuja, vos sabés… ahora mi corazón late solamente bajo el agua. No podés verme a mí. Buscame donde no hay grabaciones vigentes, pensame en tus palabras sedientas de aire. Soy solamente un acorde, un verbo perdido en los lunares de la luna.

2 Comments:

Blogger Leo Moreno said...

Hola dulce viento..veo claramente en ti..
eres como mi amiga...que se va...!!!

7:52 p. m.  
Blogger Leo Moreno said...

y seguir....mutando...en el mismo mar, pero darle mas vertigo al agua como debe ser...
a veces la claridad total..y a veces el agua de la miseria...
germen creativo.
juventud maravillosa.

7:56 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home