martes, agosto 17, 2010

dos tiros en el culo

Desnudo estaba ya yo junto a otros más
en la barraca buscando la luna nueva
mientras los gallos masticaban el sol antes de cantar
frente a los falangistas,
y parado yo sin mirarlos a ellos a los ojos pensé
pensé dónde estaba mi luna
pensé dónde estaba mi mar
por qué habría yo de ver a mi muerte en sus manos cobardes,
por qué habría yo de regalarles mi mirada de sangre y de pasión imposible,
por qué habría yo de abrirles mi vida tan viva a su pornografía moral,
porque bien sabía yo que la muerte ya estaba al caerme
como pena de cause oculto en una madrugada remota
ante la muerte que brama en la sangre derramada de mi tierra,
y así estaba yo negando mis ojos de poeta a mis fusiladores
cuando me dieron vuelta para darme dos tiros en el culo,
y acá estoy en una fosa común
brotando en versos de la tierra que soy.

domingo, agosto 08, 2010

“Hagas lo que hagas, entre tus palabras siempre termino por encontrarme”.

/Y con silencios
puede hablar mi cuerpo
sobre el tuyo/


Me llamo…
No importa cómo me llamo.
Quiero decir, prefiero que no.
Vine a caminar a Europa, en serio.
Salí a caminar, necesitaba tomar aire
y cuando me di cuenta ya estaba acá
tomando un café,
aprovechando una de las pocas mañanas frías que me regala este verano.
¿Me preguntaste mi nombre?
Mi nombre…
Mi nombre es…
Mi nombre está conjugado en pasado.
Mi nombre se conjugó en pasado y por eso salí a caminar.
Necesitaba viajar, salir a tomar aire
respirar y tomar distancia.
Si, yo sé, quizás no se entienda demasiado a la distancia…
Plazas. Ríos. Ciudades. Países. Mares. Playas. Océanos. Lenguas. Silencios.
Es que vine a verme a mí a ver si puedo ser yo la luz, mi luz.
Y conjugarme
y jugar en presente con rulos al viento
aquí en verano y en frente en invierno.
Y Venecia que no va a hundirse todavía, en serio.
Lo sé, tengo la certeza de que me espera a mí.
Ella sabe tan bien como yo que hice una promesa
y que voy a tratar cara a cara la historia.
Ciudad que se hunde y alberga fantasías
hombres que fingen su muerte
canciones tristes que buscan irse
y solas, solas siempre vuelven
personajes clásicos que saltan de cuadro en cuatro
y entre tantos pasos
me siento al borde de una góndola
y veo que el agua no sube
me siento al borde de una góndola
y veo que la ciudad no se hunde.
La historia se detiene toda para mí
y entonces en esta pausa yo te digo…
No voy a decirte mi nombre pero si te regalo este poema:
“Hagas lo que hagas, entre tus palabras siempre termino por encontrarme”.

jueves, agosto 05, 2010

entre esos cuatro ojos de nácar…

Hablar para salvarse de quedarse quieto con la lengua dentro de la boca y morir ahogado con la propia saliva y la falta de exhalación de palabras y versos de verbos que salen como por impulso por explosión por implosión por necesidad de teñir de colores el afuera de convidar de vomitar los calores internos a los ojos ajenos que escuchan con atención y ven con sus oídos atentos esa voz que recordaban tanto quien habla como quien oye previo al concierto que inspira confianza y por eso las palabras se sueltan y se enredan se disfrazan en la complicidad y la música suelta que ha de rodar en algunos instantes y yo sigo escribiendo sin siquiera delinear dónde quiero que haya una pausa una exclamación sólo voy a decir lo siguiente…

Alguien dijo una vez que el sexo y el amor inhiben.
Bien. Si es así entonces, cuánta verdad. ¿Por qué?
Quién o cuándo y pregunto otra vez. ¿Por qué?

…desfilan en miradas sin piedad conexiones anacrónicas y dispares que se suben al cielo y desde allí narran la historia del viaje y desanudan recuerdos ya muertos que nunca está de más ventilarlos y se sueltan a hablar de los miedos del silencio y sin piedad ni pavura en las palabras juegan a cruzar la obscenidad y establecen un mundo imaginario de conversación y silencio donde juegan tantos matices y colores pero nunca hablaron de la luna o el sol si de soledades y de lágrimas del corazón y escaleras que no se sabe si suben o si bajan si descansan o destilan rumores viste cómo es que siempre aparece la lluvia y automáticamente nace el fuego en cualquier historia tienen lugar una montaña y un río y un mar y la costa…

Alguien dijo también que el amor y la admiración irritan.
Bien. Si es así entonces, cuánta verdad. ¿Por qué?
Quién o cuándo y pregunto otra vez. ¿Por qué?

… de blanco y elegante como para empezar y romper con el frío digamos que abrir con confianza es una buena forma de abrigar de abrigarse de abrir los cuerpos de calentarlos para sorprender con algo inolvidable como si siempre todo hubiese estado ahí para empezar para recomenzar como nunca antes como siempre casi como por primera vez pensando que quizás las voces nunca habrían de poder volverse a escuchar y saber que algunas personas más también juegan saborizar con limón mientras revuelven un té que siempre estará servido porque siempre habrá té en alguna mesa en cualquier lugar en cualquier ciudad donde haya una taza y hayan aflorado alguna vez las palabras lecho vientre cuerpo amor panal…

Alguien dijo además que la admiración y la necedad ahogan.
Bien. Si es así entonces, cuánta vedad. ¿Por qué?
Quién o cuándo y pregunto otra vez. ¿Por qué?

… porque quizás es que hay algo que desde siempre existe y no se explica y nadie sabe los por qué como algo que hay más allá como misterio y piel y ceremoniosa sinceridad clara y mansa como el agua blanda agitándose el pelo con desinteresada pero estudiada desprolijidad sonriente y respetuosamente pero sin respeto sentados en suelo detrás de la multitud porque el respeto es distancia y al fin de cuentas es y tengo algo artesanalmente hecho a mano que ya no es solo mío y quizás tampoco solo tuyo porque el respeto es distancia y todo se vuelve frío y un pierde a veces la fuerza y en el perfume que lleva a dolor uno se queda se pierde se ahoga se embriaga se satura y se va porque hay que hacerlo porque hay que irse…

Alguien dijo sin dudar que la necedad parió conmigo.
Bien. Si es así entonces, cuánta verdad. ¿Por qué?
Quien o cuándo y pregunto otra vez ¿Por qué?

… lejos del miedo al encierro en una multitud como hace ya mucho tiempo finalmente estar cerca muy cerca otra vez y escuchar la voz tan personal y presente ante los ojos de tantos y a la vez en una ocasión un concierto tan íntimo y festivo y bailable a tono con la necesidad de inspirar brindad y recibir la confianza y la convicción de un deseo colectivo todos cantando y vibrando tan fuerte y tan firmes con fotos movidas y algunas voces que alzaban la suya para ser más que la propia voz de una gema una canción que habla del corazón de la luna de la sangre del hambre y del agua y el frío de la noche se abrigó entre cerveza y palabras que quizás siempre estuvieron ahí a la espera del encuentro entre esos cuatro ojos de nácar…

Alguien dijo para terminar que parió y que se puede parir felicidad.
Bien. Si es así entonces, cuánta verdad. ¿Por qué?
Quién o cuándo y pregunto otra vez. ¿Por qué?