jueves, mayo 22, 2008

Volando

Te veo real en mi fantasía
siento la transferencia sin más,
estoy tan cerca.
Te veo entergado al viaje y yo me voy
en el viento te pienso y te miro a través del espejo,
soy tan vulnerable a los ojos.
El encuentro en el jardín,
la ilusión:
la desnudez del cuerpo.
Si acaso el entendimiento fuera el fin
el polvo de estrellas fundaría mi cuerpo.
Atras!!!
¿Qué queda en tus oidos desnudos a la interpretación
abiertos a la lluvia?
Te siento entergado a experimentar con tus manos,
a contruir la historia y yo estoy al borde.
Te siento real y estás.
Estallan las sombras desenfrenadas que siempre van detrás
bailan y buscan salir al sol para cumplir con su proesa.
Cerrás los ojos ¿y qué ves?
¿Tanto inside la lluvia en tus manos también?
Las mías se derriten como la cera.
Velas que no se apagan con el agua...
si, algo de eso hay,
la maquinaria del deseo también necesita aire,
y el espacio se llena de humo.
Espero puedas olerme en el infinito
y verme caminando sola en el desierto,
no pierdo el lugar, soy indemne.
El invierno me acaricia la espalda
y las sombras quieren quedarse
pero en esta cama ya no hay lugar para el frío
el pudor se evapora con la falta de tiempo
y si la luz se muere estaré buscándote para darte aire
y si me voy dentro del sol,
vos tenés la llave.
Vení a buscarme en los presentimientos dibujados en tu lengua.
¿Y cuándo venís?
¿Y cuándo vas?
Nunca me voy
solo voces
a veces algunas más que otras
pero en verdad, no mucho más que eso.
Reacciono al cielo anteponiéndome
volando,
durmiéndome en la ceremonia de tu piel me caigo
y pierdo el vértigo.
La realidad se construye,
la estabilidad.
Ya no quiero irme.
El tablero reacomoda el aire de la ciudad
es hermoso.
Las manos juegan en el río
y tus ojos no se borran más
es la memoria del agua.
Ya no me voy a ninguna parte
la voz es un cristal
arde la huida
la ciudad está tomando aire
la noche se abre.
Aún me desesperan los finales
la muerte un estado de conciencia
cansando de callar la voz,
angustia por buscar la luz.
Las paredes contextualizan la creación,
la casa está llenánose y estamos vivos
el desatino fugaz
estás volando,levitándome
podrás caerte sin sentir el suelo
despertándome del infierno
fundándome en el jardín sin sentir el encierro.
Tu corazón se duerme y el vieto sopla
el miedo se cura,
la sensualidad de los ojos pardos detiene la oscuridad
el tiempo se abre y el despertar brilla buscándote
causa y efecto
la luna me desvela en este trance despierto.
El cielo nos cubre otra vez.
Percibo miedo por tocarme a mí,
casi que siempre falta algo,
como un despertar
anacrónicos acercamientos que tienen miedo de volver
esto no es nuevo
sublimándonos el calor
volando para llegar a tus pies
en la tierra desfilan las horas
la lluvia ya no anestesia.
¿No podés verme?
¿Buscás algo más allá?
Nunca es demasiado tarde para soñar despierto.

sábado, mayo 17, 2008

Cronologías en tu cuerpo

El destino de una mirada cansada,
la escalera terrenal frunce los labios en vientos de arena
yo fuera no estoy de mí.
Mis lenguas no dicen nada
hablan,
los márgenes no apelan al error y lloran tras la puerta.
¿Cuán tarde es hoy?
En este lugar las flores duermen,
se enredan,
juegan a despertar la mañana.
Si lo pienso no hay sol,
solo ventanas...
¿Por qué?
Me voy enbanderando de aires
-Cronologías en tu cuepo-
siempre de espalda para buscar el sueño.
A ver: es poner al cuerpo como muro,
sí,
la división física al otro lado,
ahí,
donde las piernas anidan el perfume de las flores
donde se tocan los pies,
nadan,
sumergidos sin mojarse,
el cuerpo se transforma en una puerta,
el punto de partida y declarar la entrada al sueño,
enraizados en el nido de la creación
esquivan las palabras...
susurran buscando siempre la última voz.

miércoles, mayo 14, 2008

viéndome en las palabras...

Vivir así, en una sombra sugestiva del deseo,
un paraíso en el camino para terminar la noche.
Una voz se abre sobre este sueño
y la magia nos mira otra vez, yo voy despacio.
En este cielo las sombras se acercan
pero no atraviesan el vidrio,
los ojos son perlas y el diamante es una flor.
El ciego vio la escena, la dibujó en su mente.
-No podré abrirme así otra vez, dijo.
Los límites son extrañamente devastados cuando no existen,
el fuego resurge de si.
Perdida entre los árboles encontraste tu cuerpo
ahí,
entre los gritos y los miedos,
entre las corridas y el viento,
sumida en el fulgor del verano del amor.
Adelante!
Sumergido en el despertar.
Caminar con soltura por la ciudad,
cruzar al sol que brilla por si mismo,
obnubilado por el brillo y la suavidad,
tu voz, quedarme parado y oír…
En ese instante el alma se desarma en sentimiento
y se rinde al silencio.
Frente a frente se miran el uno en el otro,
entregados al momento son sólo respiración.
Se agitan y sueñan por dentro.
Se miran.
Se sienten y sienten la necesidad de expresarse sin palabras…
El apoya su frente sobre la de ella,
le baja los párpados con la yema de sus pulgares.
Las narices se superponen,
y con los ojos cerrados ella susurra arrimándose a sus labios…
-No sé en dónde estaba tu voz.
Me perdí en tu sonrisa y me empecé a sentir.
Me perdí en tu sonrisa y empecé a temblar…
Y vos tan pasiva me acariciaste la cara
y me tapaste la boca con tus labios y dijiste:
-Sentí, soñá.
Una voz
dibuja las formas del tiempo
para mí
desarma la palabras
viento del amor
desfila por mi lengua ardiente
y el ardor
se pierde cuando nuestra piel se vierte.
Volaré
a descubrir el velo de los ojos con vicios cansados
hablaré
sobre las sombras muertas que aún me desfallecen
dormirán
buscando la frecuencia de mi habla
bailarás
buscando el aire que te llene el cuerpo.
Recreación,
florecen las manos al tiempo
y el cristal
vibró por sudar tu vientre
soledad
fantasma enajenado del miedo
lloveré
mis ojos para que no sea la muerte.
El carmín
sublime que disuade los cuerpos hambrientos
callaré
los gestos incongruentes que salen del centro
al dolor
cerrando los ojos yo veo tu cuerpo
resplandor
tu aire en mi germina versos.
Sin dejar
de verte en parpados cerrados
soñaré
con dormir siempre buscando tus labios...
y voy
enarbolado en los rayos del sol.
Carne y cuerpo
hechizo seguro de hablar con tu voz
susurró el aire del despertar
desvisto cielo
para que puedas volar
reinvento aguas para abrir el mar
navego constelaciones rompiendo la normalidad del silencio
celebro
la incertidumbre de los ojos mojados
respeto al temor aborreciendo a la distancia
declaro no tener piedad cerrando los párpados
yo veo tu cuerpo.
Resplandor
tu aire en mi germina versos
sin dejar
de verte en parpados cerrados
soñaré con dormir siempre buscando tus labios
la consumación entre las manos,
el arte del habla, el aire, la voz,
la palabra se desmorona de armonía,
reluce el cuerpo cansado,
viciado de ver pasar su piel,
las manos no tienen dedos, las uñas no tienen piel,
ya nada importa en este lugar,
la gloria enarbola vestigios nomás,
la noche persiste (el sol) del amanecer se atrasa,
reina la oscuridad,
la novedad,
la irrupción mesiánica de ser parte sin necesidad de ver aquí,
la distancia,
¿cómo entenderlo sin una imagen, sin una guía?,
no hay despertares sino estás dormido,
el aire suena, el río resuena,
algo sumergido en la inmortalidad de la palabra,
la imagen sin par es en esencia lo que contextualiza la escena,
la efervescencia, la furia incandescente, el fervor incómodo,
todo siempre a punto de estallar,
reprimiendo al movimiento del cuerpo criminalizando la fricción,
institucionalizando al negro como la falta de color…
el frío y el desvelo, el aburrimiento de la comodidad,
el lugar de la luz al servicio del mundo,
una vez más
el fuego ilumina en despertares decadentes que señalan el vicio,
la fragilidad desespera y nadie espera,
el cansancio se cansa,
la ida, la idea, la vuelta,
revuelta que desnuda la corteza conjugando verbos,
acción inventiva, la imagen al servicio del habla, la creación,
a la espera del alba, una canción, la inocencia salvaje,
la inconciencia en la calle,
despertando en el viaje para desnudar al sol,
enamorados del verbo,
el amanecer anunciado en palabras, sentenciado en paredes,
la ilusión y la fuerza, el color y la destreza,
la fascinación sobrevolando cabezas,
la pasión, la búsqueda de una promesa,
la convicción desigual por alcanzar la meta
fundido el fuego en todos los fuegos,
celebrando el viento de amor.

domingo, mayo 04, 2008

El grito de la mariposa

La lluvia y el tren alrededor de tu cuerpo.
Despertándome del mal sueño
sola te veo dormir y tiemblo.
Cerré los ojos leyéndome
amándote en silencio
salí a buscarte entre las sábanas…
flores en la piel
las palabras no desangran…
Sonríe entre tus sueños
antes de despertar yo te abro el cielo
en el jardín creo en tu voz
siento el amor como una ceremonia que se desata en la sangre.