Volando
Te veo real en mi fantasía
siento la transferencia sin más,
estoy tan cerca.
Te veo entergado al viaje y yo me voy
en el viento te pienso y te miro a través del espejo,
soy tan vulnerable a los ojos.
El encuentro en el jardín,
la ilusión:
la desnudez del cuerpo.
Si acaso el entendimiento fuera el fin
el polvo de estrellas fundaría mi cuerpo.
Atras!!!
¿Qué queda en tus oidos desnudos a la interpretación
abiertos a la lluvia?
Te siento entergado a experimentar con tus manos,
a contruir la historia y yo estoy al borde.
Te siento real y estás.
Estallan las sombras desenfrenadas que siempre van detrás
bailan y buscan salir al sol para cumplir con su proesa.
Cerrás los ojos ¿y qué ves?
¿Tanto inside la lluvia en tus manos también?
Las mías se derriten como la cera.
Velas que no se apagan con el agua...
si, algo de eso hay,
la maquinaria del deseo también necesita aire,
y el espacio se llena de humo.
Espero puedas olerme en el infinito
y verme caminando sola en el desierto,
no pierdo el lugar, soy indemne.
El invierno me acaricia la espalda
y las sombras quieren quedarse
pero en esta cama ya no hay lugar para el frío
el pudor se evapora con la falta de tiempo
y si la luz se muere estaré buscándote para darte aire
y si me voy dentro del sol,
vos tenés la llave.
Vení a buscarme en los presentimientos dibujados en tu lengua.
¿Y cuándo venís?
¿Y cuándo vas?
Nunca me voy
solo voces
a veces algunas más que otras
pero en verdad, no mucho más que eso.
Reacciono al cielo anteponiéndome
volando,
durmiéndome en la ceremonia de tu piel me caigo
y pierdo el vértigo.
La realidad se construye,
la estabilidad.
Ya no quiero irme.
El tablero reacomoda el aire de la ciudad
es hermoso.
Las manos juegan en el río
y tus ojos no se borran más
es la memoria del agua.
Ya no me voy a ninguna parte
la voz es un cristal
arde la huida
la ciudad está tomando aire
la noche se abre.
Aún me desesperan los finales
la muerte un estado de conciencia
cansando de callar la voz,
angustia por buscar la luz.
Las paredes contextualizan la creación,
la casa está llenánose y estamos vivos
el desatino fugaz
estás volando,levitándome
podrás caerte sin sentir el suelo
despertándome del infierno
fundándome en el jardín sin sentir el encierro.
Tu corazón se duerme y el vieto sopla
el miedo se cura,
la sensualidad de los ojos pardos detiene la oscuridad
el tiempo se abre y el despertar brilla buscándote
causa y efecto
la luna me desvela en este trance despierto.
El cielo nos cubre otra vez.
Percibo miedo por tocarme a mí,
casi que siempre falta algo,
como un despertar
anacrónicos acercamientos que tienen miedo de volver
esto no es nuevo
sublimándonos el calor
volando para llegar a tus pies
en la tierra desfilan las horas
la lluvia ya no anestesia.
¿No podés verme?
¿Buscás algo más allá?
Nunca es demasiado tarde para soñar despierto.
siento la transferencia sin más,
estoy tan cerca.
Te veo entergado al viaje y yo me voy
en el viento te pienso y te miro a través del espejo,
soy tan vulnerable a los ojos.
El encuentro en el jardín,
la ilusión:
la desnudez del cuerpo.
Si acaso el entendimiento fuera el fin
el polvo de estrellas fundaría mi cuerpo.
Atras!!!
¿Qué queda en tus oidos desnudos a la interpretación
abiertos a la lluvia?
Te siento entergado a experimentar con tus manos,
a contruir la historia y yo estoy al borde.
Te siento real y estás.
Estallan las sombras desenfrenadas que siempre van detrás
bailan y buscan salir al sol para cumplir con su proesa.
Cerrás los ojos ¿y qué ves?
¿Tanto inside la lluvia en tus manos también?
Las mías se derriten como la cera.
Velas que no se apagan con el agua...
si, algo de eso hay,
la maquinaria del deseo también necesita aire,
y el espacio se llena de humo.
Espero puedas olerme en el infinito
y verme caminando sola en el desierto,
no pierdo el lugar, soy indemne.
El invierno me acaricia la espalda
y las sombras quieren quedarse
pero en esta cama ya no hay lugar para el frío
el pudor se evapora con la falta de tiempo
y si la luz se muere estaré buscándote para darte aire
y si me voy dentro del sol,
vos tenés la llave.
Vení a buscarme en los presentimientos dibujados en tu lengua.
¿Y cuándo venís?
¿Y cuándo vas?
Nunca me voy
solo voces
a veces algunas más que otras
pero en verdad, no mucho más que eso.
Reacciono al cielo anteponiéndome
volando,
durmiéndome en la ceremonia de tu piel me caigo
y pierdo el vértigo.
La realidad se construye,
la estabilidad.
Ya no quiero irme.
El tablero reacomoda el aire de la ciudad
es hermoso.
Las manos juegan en el río
y tus ojos no se borran más
es la memoria del agua.
Ya no me voy a ninguna parte
la voz es un cristal
arde la huida
la ciudad está tomando aire
la noche se abre.
Aún me desesperan los finales
la muerte un estado de conciencia
cansando de callar la voz,
angustia por buscar la luz.
Las paredes contextualizan la creación,
la casa está llenánose y estamos vivos
el desatino fugaz
estás volando,levitándome
podrás caerte sin sentir el suelo
despertándome del infierno
fundándome en el jardín sin sentir el encierro.
Tu corazón se duerme y el vieto sopla
el miedo se cura,
la sensualidad de los ojos pardos detiene la oscuridad
el tiempo se abre y el despertar brilla buscándote
causa y efecto
la luna me desvela en este trance despierto.
El cielo nos cubre otra vez.
Percibo miedo por tocarme a mí,
casi que siempre falta algo,
como un despertar
anacrónicos acercamientos que tienen miedo de volver
esto no es nuevo
sublimándonos el calor
volando para llegar a tus pies
en la tierra desfilan las horas
la lluvia ya no anestesia.
¿No podés verme?
¿Buscás algo más allá?
Nunca es demasiado tarde para soñar despierto.
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