Carta VI Carta VII y Carta VIII
Aquí van las últimas tres
quizás por que van de la mano
además que en el momento que las hice
salieron en una detrás de la otra
y por que necesito exprimirlas aquí
y reavivar algún fuego que me cobije este invierno.
Por eso y para todos...
Carta VI
Un ángel negro
aparece y da el presente.
Tan solo míralo
para que se pierda
como un fantasma en el aire,
pero su odio siempre está.
Espero su llegada
bebo el rencor
solo un prejuicio,
no seré victima otra vez.
Un aviso no basta
la segunda oportunidad
es propia y ajena
según el entorno
con esto digo que me duele.
Gracias!
Su poeta.
Carta VII
Me estiro y desangrado por la angustia de sonar siempre en ecos, surjo en un mar de sueños. Mis dedos se deshacen entre tanto y tan poco. El fuego baila libremente ante el negro que da la nota en el marco imperfecto. Maravilloso es el consuelo sin importar en que te descanses. Una vez más el exceso es un fantasma que me deja estar y viajar en el libre anhelo del que vendrá. ¿Explicación alguna? No siento en justificarme, creo en la aclaración como una pieza, un elemento válido que se suma a la alusión de colores con tonalidad de uvas. El cuerpo sobre la mesa es tan frío y tan áspero, acaricio su transpiración. Una montaña se desdibuja del mapa. ¿Realidad? No se como y desde luego el por que. Es el instinto que reina y los placeres se apoderan, desatan y apresan al pincel que baila en el jolgorio. El cielo se cierra y tan solo en un instante el ángel cayó y estalló contra el suelo. Sus alas desgarradas se purificaron, desde luego mirando al sol. De rodillas aprendía la falta de leyes y el gemido singular. Aturden los gritos y el tímpano sangra, es el ritual de la justicia que me derrama en el suelo.
¿Qué Poeta?
Carta VIII
A decir verdad no sé bien por que lo hago, pero aquí otra vez. Tan solo los impulsos que gobiernan la libertad, por tanto estoy preso de improvistas reacciones desgarrando mi pluma y mente en cuerpos de alcohol. Estar sentado en la sala y ver como las historias se montaban en una tela, reflejaba no menos que puntos de vista, trazos en el aire. Refugiado en el arte de la descarga como arma de la no opresión, exijo tan solo un pedido de coherencia y por ello desafío al aire a que me contraiga los pulmones si es que puede hacerlo. ¿Cómo describir el proceso de una musa? Digamos, la inspiración surge de sí, surge de mí. Pero aquí tan solo figurarte de impresiones (a los que no llamaría prejuicios.) He fundado tu ser y alma tan solo con leerte, pensarte y lo único que tengo de ti es la manifestación de una forma de tu arte. Me excita el reto de pensarte sin tan solo tu permiso. No necesito libertades, creo que sería magnífico coincidir imagen con alma, digamos, te creo mucho más que sustancia artística por de mas de la creatividad. El fuego sigue encendido y se alimenta de sí mismo, sin importar que el viento lo apague, surgirá en cualquier sitio o ambiente por el simple hecho de existir. La armonía de las luces climatiza y contextualiza el aroma en cascada y desciende por una tabla horizontal. Es de seda el sol que se consume apañado por el paño que lo vuelve luna y entristece a la misma muerte. El análisis surge de su magia y es maravilloso apreciar los vuelos bebiendo del semen de los efectos puros. Un vacío interior se agranda y me sumerge en la sequía del dolor, ese dolor que me arde, que me ata, el ardor que me mata y me da placer. Espero una nueva poesía, un nuevo alimento al alma que me demuestre que no sos, solo una piedra más en el mar.
Un poeta.
quizás por que van de la mano
además que en el momento que las hice
salieron en una detrás de la otra
y por que necesito exprimirlas aquí
y reavivar algún fuego que me cobije este invierno.
Por eso y para todos...
Carta VI
Un ángel negro
aparece y da el presente.
Tan solo míralo
para que se pierda
como un fantasma en el aire,
pero su odio siempre está.
Espero su llegada
bebo el rencor
solo un prejuicio,
no seré victima otra vez.
Un aviso no basta
la segunda oportunidad
es propia y ajena
según el entorno
con esto digo que me duele.
Gracias!
Su poeta.
Carta VII
Me estiro y desangrado por la angustia de sonar siempre en ecos, surjo en un mar de sueños. Mis dedos se deshacen entre tanto y tan poco. El fuego baila libremente ante el negro que da la nota en el marco imperfecto. Maravilloso es el consuelo sin importar en que te descanses. Una vez más el exceso es un fantasma que me deja estar y viajar en el libre anhelo del que vendrá. ¿Explicación alguna? No siento en justificarme, creo en la aclaración como una pieza, un elemento válido que se suma a la alusión de colores con tonalidad de uvas. El cuerpo sobre la mesa es tan frío y tan áspero, acaricio su transpiración. Una montaña se desdibuja del mapa. ¿Realidad? No se como y desde luego el por que. Es el instinto que reina y los placeres se apoderan, desatan y apresan al pincel que baila en el jolgorio. El cielo se cierra y tan solo en un instante el ángel cayó y estalló contra el suelo. Sus alas desgarradas se purificaron, desde luego mirando al sol. De rodillas aprendía la falta de leyes y el gemido singular. Aturden los gritos y el tímpano sangra, es el ritual de la justicia que me derrama en el suelo.
¿Qué Poeta?
Carta VIII
A decir verdad no sé bien por que lo hago, pero aquí otra vez. Tan solo los impulsos que gobiernan la libertad, por tanto estoy preso de improvistas reacciones desgarrando mi pluma y mente en cuerpos de alcohol. Estar sentado en la sala y ver como las historias se montaban en una tela, reflejaba no menos que puntos de vista, trazos en el aire. Refugiado en el arte de la descarga como arma de la no opresión, exijo tan solo un pedido de coherencia y por ello desafío al aire a que me contraiga los pulmones si es que puede hacerlo. ¿Cómo describir el proceso de una musa? Digamos, la inspiración surge de sí, surge de mí. Pero aquí tan solo figurarte de impresiones (a los que no llamaría prejuicios.) He fundado tu ser y alma tan solo con leerte, pensarte y lo único que tengo de ti es la manifestación de una forma de tu arte. Me excita el reto de pensarte sin tan solo tu permiso. No necesito libertades, creo que sería magnífico coincidir imagen con alma, digamos, te creo mucho más que sustancia artística por de mas de la creatividad. El fuego sigue encendido y se alimenta de sí mismo, sin importar que el viento lo apague, surgirá en cualquier sitio o ambiente por el simple hecho de existir. La armonía de las luces climatiza y contextualiza el aroma en cascada y desciende por una tabla horizontal. Es de seda el sol que se consume apañado por el paño que lo vuelve luna y entristece a la misma muerte. El análisis surge de su magia y es maravilloso apreciar los vuelos bebiendo del semen de los efectos puros. Un vacío interior se agranda y me sumerge en la sequía del dolor, ese dolor que me arde, que me ata, el ardor que me mata y me da placer. Espero una nueva poesía, un nuevo alimento al alma que me demuestre que no sos, solo una piedra más en el mar.
Un poeta.
5 Comments:
claro que no ha domado ninguna palabra...si está todo lo que debe estar en el aire, si está tan presente que no parecen letras, ni cartas ni un circulo vicioso.
Esto es algo más, esto es tanto más que eso, ¡usted bien lo sabe!
Lo felicito, lo siento e inscribo cada letra en mí...
Su lectora.
...Las cartas caen en la mente de quien las escribe, quien las lee, quien las siente, quien las fomenta. Son pedazos de alma que por algun motivo deciden salir como anagramas a veces indescifrables de la mente humana. Es una delicia poder leer estas maravillas, y hasta a veces permitirles que hablen por mi. Sos mi voz... te quiero mucho!
Nu...
Si el poeta fuera quien leyera las cartas
si las letras fueran quien leyera al poeta.
si todo
si nada
si algo.
Supongo que has leído a Antonin Artaud... La Segunda carta conyugal anda por ahí con la segunda que pones aquí. Como para escupírsela a alguien con todo tu odio sordo, con todo tu amor desamparado...
Joder con las cartas.
Un abrazo de cronopio epistolar.
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