Silogismo*

Quisiera entrar en tu perímetro para atravesar la marea y dividir la noche en 3.
Todos afilados tras el telón.
Todos se relamen apuntándome con el dedo.
Todos señalándome.

*Silogismo: Argumento de tres proposiciones, la última de las cuales se deduce de las otras dos.

Voy a trabajar con tu cuerpo recorriéndote
suave, abierta, desafiante,
yo pude ver más allá de tu pregunta
¿Estábamos ahí?
Perdidos siete días atrás, imposible romper la concentración
enlazados en la intriga somos hambre en esta fiesta.
¿Escuchamos música?
Preferiría que sí, vos sabés el silencio me incomoda
además tener que llenar los vacíos es...
cómo decirlo,
no censuremos al silencio,
vibremos en la fricción sí
pero bajemos la aceleración
disfrutemos los matices de la velocidad.
¿Es que ya no hay pasajes de regreso?
Tengo una idea, me dijo.
Te invito, a jugar a perdernos en la memoria,
vagando entre la angustia y la necesidad de ver la sangre.
Y ahora bailo con vos y ya no tengo miedo.
Los prejuicios ungidos en la sed
las uvas, la recolección,
la vendimia, la fascinación
hay tantas formas...
una sensación,
tus dedos esquivan la verdad sólo para amanecer
mientras se caen las hojas secas del árbol.
Como una ciudad,
un mundo transversal bajo la tierra
privados del sol,
sumergidos de luna a luna.
Ellos bajaron del cielo buscando el sol y aquí están
frente a las puertas del infierno,
padeciendo a la palabra ausente que juega a las escondidas
suplicando por una porción de carne que los saque de la máscara de ser fantasmas para los ojos bien comidos.
Así funcionan las esperas aquí
todos asqueados de la variedad que nos ofrenda la selva,
es que la noche es tiene mi forma.

No puedo darte el nombre de una flor,
y además el destino de la palabra viento ya está designado.
Voy a desmenuzarte, te lo advierto, en una playa de la mente como un ritual,
enalteciendo la danza que nos acomete en nombre de todos,
seré la boca de dios,
el erotismo cargando en tu sexo,
desfilando por el lado salvaje.
¿No crees en los destellos del amor?
Un barco de cristal se desvanece en el desierto.
Yo creo en la supremacía de la sin razón.
Yo creo en la insurrección.
Yo creo en la reinvención del sol.
Yo creo en la lluvia y en los anacronismos de la historia.
Yo creo en el despertar de la luna.
Yo creo en el viento de verano.
Yo creo en el fulgor de tus labios.
¿Es que los barcos ya no importan para llegar a la luna?
Caerse dentro de una sensación
atravesar la ventana a la inconsciencia
llenar una casa vacío
redescubrir al mundo,
reinventarme cambiando la forma constantemente,
¿Así que a esto le llaman sumergirse?
Ahora entiendo,
no es que se nivela hacia abajo
sino que la tierra sube y el vértigo se acrecienta
nivelamos hacia arriba sumergiéndonos
perdiéndonos
sumidos en el amanecer del viento.
Una ilusión, iluso.
Un grito profano en la búsqueda del cielo.
Prometo no mirar nunca más dentro de ti,
después de todo, en ese lapso de tiempo ambos estaremos dentro
y como reyes de la imaginación igual te digo:
No sembremos recuerdos.
Quizás encontrarnos en los ojos al final del camino para volver al inicio
y entonces sí perder la memoria,
una vez deshechos en fuego y lágrimas entregados al juego
derretir al frío bajo un manto de niebla.
Sabemos cómo son los días que corren,
nadie pone en duda al amor pero yo entiendo que la mecánica envicia al tiempo
¿Cómo decirlo más claro?
Ya sé, las sombras reclaman luz
además de la búsqueda de la luna por probar la existencia de un sol interno.

El color de los ojos mengua según el hoy
Abrazame.
Abrazame por favor.
Abrazame fuerte.
Abrazame hasta que la piel se reviente y la copulación sea algo más que la suma de las partes.
Abrazame en el arte desenfrenado del sentir.
Abrazame en el juego fantasmal de la desesperación hipernatural.
Abrazame sobrevolando la histeria grupal.
Abrazame por favor recolectando la vendimia del alba.