jueves, enero 24, 2008

la ceremonia en memoria del reloj

Te falta algo que yo no tengo,
y vos,
ya no sé si vos tenés algo para mí.
Me escribís, escribime.
El viaje, un viaje.

La locura compuesta es un refugio,
un reflejo de juventud.

¿Éste será mi tiempo?
¿Éste será tu tiempo?

El poder de los sueños se derrite ante el poder de los ojos.
El amor tiene la forma de un ojo,
de un círculo de labios,
el amor es la forma en el círculo de fuego.

Ya está bien, esto.
Esto es algo al menos,
obedezco a la reacción.

Y así volvés otra vez cómo un ángel en el ardor de las aguas conversas.
Giran las hojas de tu historia,
soy tan frágil.
¿Un día?
No puedo más que esperarte,
ahora solo resta esperarte.
Un fantasma,
la ilusión de la luna de enero que ha robado mi sombra.

Sueño en despertares cálidos
y las flores esperan que tu miel se deshaga en mi boca.
Mis manos vibran.
y el horizonte se derrite en el tiempo.
Cuando estás cerca surge la ceguera,
la precisión de la libertad a oscuras.

Bajo tu cuerpo yo no tengo frío.

La magia se vio fascinada por el despertar de la resurrección
y al tomar aire,
en ése soplo encantado decretó la muerte de la espera,
ante el jadeo letal con sangre plateada
y la fuerza lunar que bajó del río,
las gotas de nácar fueron el despertar.

Yacen en la casa esporas del laberinto.

Con perfume tiñen las velas tus ojos,
lirios que se pierden y catalizan mi lluvia.
Tengo que pintarte aún en el misterio de dormirte milagrosamente,
como un espía del tiempo,
víctima de la furia que sueña con ver,
vítcima de la furia que siente por ver,
que tiembla por ver y se rinde,
y se derrama al acercarse a las bocas por miedo a verse en los ojos ajenos,
por miedo a caerse dentro.

No me importa hasta dónde,
yo sólo quiero dártelo.

Y apareciste en la caza del amor cómo si superas de esto,
cómo si fueras parte de esto,
cómo si fueses el mismo amor.
¿Para qué?
La magia intangible digita,
pero yo…
yo sólo quiero dártelo.

Vértigo es el miedo a las alturas y vos…
veo en tus ojos que tenés miedo.
Yo no puedo decirte que no,
solo te digo que no sé si podría hacerte volar…
ojalá pudiera,
me encantaría hacer volar.

Su voz se anunció cortante,
imponiendo velocidad,
es el frío,
es el miedo.
Sus manos tiemblan,
su cuerpo vibra frente a mí,
es el amor,
es el fuego.

Espía: ¿Viste tu sombra en la luna?

Estallan sus manos tras las sábanas y abarcan océanos inmensos,
la ceremonia en memoria del reloj.

4 Comments:

Blogger Caro Moreno said...

Bajo tu cuerpo yo no tengo frío.
Como siempre me gusta, me gusta y mucho... con algunas frases me pasa algo particular, y es que a la vez que me identifico siento que quizá alguien las pensaría para mí...

2:21 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Donde estás?

Donde tus palabras...
...buceando en el mar?

3:40 a. m.  
Blogger Florencia said...

un día
hace dos años
subí una foto
hoy, me acordé de su existencia
otra foto.
un beso para vos lobito

1:25 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

viste tu alma en la luna roja?
eclipsada
ardiente.
en la noche en donde todos somos oscuros, invisibles.

hacia mucho no pasaba por aca... pero volvi, sabe porque?
porque siempre encuentro cosas magicas.
y en los archivitos que me manda tambien....
sus palabras son las magicas.

le mando un besO
su amiga, la loca...
Leila

7:17 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home