martes, diciembre 04, 2007

y desnudaré al árbol de la algarabía antes que se pudra la mirada muda de colores vivos

Y no pudiste negarme, no. Mentira. No supe decir que no. No quisiste decir que no. Es tan extraño, hasta se vuelve sorprendente. ¿Qué mejor que todo sea sorprendente, que todo se vuelva sorprendente? ¿Qué mejor que el todo sea una sorpresa? El acto sorpresa me parece sin duda una buena herramienta de lo que es un potencial. Y si la flor dijo... y claro, una vez más la dialéctica de las cosas, la superposición. No, superposición no. No me gusta la palabra para lo que quiero decir. La acumulación, ahí va. Eso. El hecho de ir acumulando mientras el tiempo, que indefectiblemente existe, sopla siempre. Cierro los ojos y veo el miedo, cómo explicártelo, lo siento. Siento las lágrimas predispuestas a ser parte, necesitadas de salir del refugio para brillar y rodar, montándome, volviéndome víctima de su recorrido antes de reventarse. Las puertas... yo prefiero las ventanas, permiten ver y son poéticamente más figurativas, tanto para el espía, como para quien necesita abrirse. Jugar con cargas al punto de fundar el exceso y de esta forma generar la descarga. Abrir, siempre el tema es ése, abrir, abrirse. Estados, estadios, escenarios que acarrean consigo luces, melodías, verbos, colores conjuntos, todo. Llevame donde el viento pueda mojarme y amanecer sobre el mar, tus ojos son la escena, el eclipse, la señal. Soy capaz de desintegrarme. En los ojos, a los ojos, en tu voz, en la luz, hay un sol, hay un dios, una flor, una sombra, una luna, un espejo. Los ojos, tengo una fascinación por los ojos. Me pierden los ojos, me pierdo en los ojos. La entrada a los laberintos del amor a orillas de la espuma. Dos cuerpos movilizados planificando la movilización que luego consumarán moviéndose y de esta forma volver a acentuar cuán movilizados han quedado después de fundirse el uno dentro del otro espiándose, mordiéndose, navegándose, encallándose el uno por sobre el otro. Manifestaciones insurrectas aquellas que irrumpen sin piedad dando vuelta todo. Es que el hecho de corromper la búsqueda de la exactitud, declara sin duda que el cambio es perfecto, que el cambio del ciclo es perfección, aunque más no sea la búsqueda de ésta, para lo que desde el vamos hay que declararla en desarrollo, sí, pero nunca olvidar su presencia. Las bocas un oasis y los labios... Las bocas son sin duda la figuración más abstracta y a la vez más concreta del hambre como idea, los labios son sin duda la figuración más concreta y a la vez más abstracta para referirse a la sed, incluso, incluso en estos tiempos, a la sed de ser. Suplicio, sed de ser, responderse, proyectarse, un millón de voces ausentes buscando mi sol, sintiéndose lunas, diamantes negros que buscan la paz, y te sentí y quizás mi incapacidad es la capacidad misma. ¿Por qué? Ser extraño. ¿Qué carajo es ser extraño? Explicádmelo. Otra posibilidad de éxtasis. ¿Cómo es eso de... "no te entiendo, sos muy extraño"? Porque es así, parece que la extrañeza estuviera relacionada al no entendimiento, hasta podría decirse que la extrañeza es algo ajeno a la rutina y ligado más bien con la sorpresa, como si el ser extraño fuese una garantía de novedad constante, algo que desde el vamos, a priori como quién diría, indefectiblemente estuviera obligado a sorprender, obligando así al extraño a sorprender al sorprendido, en caso contrario... Soy muy extraño ¿Sos muy extraño para mí? ¿Por qué? ¿Sos un extraño para mí? Quizás sea eso, que sos muy extraño para mí, y de ahí, desde ese lugar es que surge el factor "sorpresa" que me despierta. Los barcos divagan por los mares del asombro y el despertar comienza a florecer como el fuego incluso a los ojos de la luna. Tengo miedo a mis sueños, y a mis fantasías y es por eso que desnudaré al árbol de la algarabía antes que se pudra la mirada muda de colores vivos, porque me pierdo en el desierto siempre, porque los gritos sordos no cesan, porque los sueños hambrientos no empiezan, porque la desesperación hipernatural del fantasma existe, porque las velas se quemarán por siempre aún cuando las flores giren sus ojos buscándome a mí, disipando las pieles, entreabriendo los aires con gestos proclives al refugio del entendimiento, porque la recolección de frutos lleva años, la gestación de las flores, el florecimiento de las ideas, la asunción de las almas, la búsqueda del perfume, la declaración de la esencia y el reconocimiento de la misma son intensidades de la misma interpretación.

3 Comments:

Blogger Leo Moreno said...

Frases sumamente imperativas de ensueño.
Tus hojas tiñen de vida, toda la busqueda del perfume.

2:31 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Te encuentro tan en la superficie de este texto. Voy leyendo como las palabras se entremezclan y se anudan en una cadencia casi armoniosa y veo tus ojos, tus manos, tu boca, tu sonrisa.
Te veo, y en este texto mas que en muchos otros, entre las palabras.
Te quiero mucho.

12:21 p. m.  
Blogger MaríaF. said...

Ser junto a la sed, junto a las almas los ojos, No alcanzan las vidas para corromper lo que creemos que sabemos, uno descubre qie la extrañeza es la única certeza. Mares infinitos para perderse y navegar en la búsqueda eterna de las esencias.

9:56 p. m.  

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