miércoles, septiembre 24, 2008

-¿amor, apagás la luz?-

las manos deshacen las curvas del aire y cerrando los ojos voy de par en par
paciente quiebre del sueño despierto
cansado de voces no quiero preguntarme cuánto falta
vi una puerta con un cartel
las letras decían
-caerse dentro, sin fin al vacío-
es un jardín
un valle de pensamientos desatinados
desafiantes y desafinados versos
mares de letras que juegan con el vértigo
la voz del silencio quiere saber
y declara que todos estamos dentro
es un sueño demente y lo sé
somos bocas abiertas con hambre
flores sedientas gimiendo por ser
sudando de espaldas al sol por miedo a la luz
cantando a la luna para llorarla después
andamos buscando futuros presentes
pesos pasados de sinceridad
ya está
vomito ahora el aire y la sensación
solo queda la interpretación en la inmensidad
y ese es el miedo
eso es más ardiente que el fuego
la interpretación
solo callar para dejar de hacerlo
y en el lugar celebrar el no haberlo dicho
encarcelar la verdad
espina de carne
silbando con los dedos inmóviles
despertando la ilusión otra vez
la arena del mar
la playa y el sol
la puerta otra vez y el cartel
un espejo esta vez
devastador el quiebre
y el giro es trascendental
sin embargo no hay que escaparse del sueño
en la casa no quiero máscaras
no
no quiero más
entiendo la realidad
-irreales-
los pasos irreales que caen entre las páginas
libretas abiertas
desangradas las tintas inanimadas
el ánima circunda en los ojos que leen
el fin en la vida
el inicio
las búsquedas de ayuda que no explican
el quiebre desde mí
quiero salvarme
sí estoy salvándome despacio
y no hay nada que explicar
quiero dártelo a vos
todo es una búsqueda
un camino de letras que quiebre mi idea
la inspiración
respiro la idea de las palabras que censuran al silencio
y no quiero pensar más
no quiero pensar
no pensar de más
de menos ni nada
allá afuera la imaginación
sin respeto de quebrarme
me voy en la caridad de mi habitación
bien para el cruce es necesario un cuerpo
son palabras, como sonidos
y no quiero que sea tarde
es tarde
sí, son más de las 2
y los telones parpadean
no se si la melodía es el caos
estoy afilándome con flores mágicas
labios divinos que no se apiadan de mí
describiendo de una vez la verdadera fricción
amor real y despierto
estoy en un sueño bien vivo
y para mí
he profesado con grandes
y vivo entre los recorridos de la mente
sentidos que corren y recorren
arriba del viento
arribos al viento de las flores
y la historia se pinta
sueño con la cama roja sin finales
y sé que no quiero supuestos
distraigo en realidad al alma
el cuerpo ametrallado por los karmas
y sí
desafío a la ley del dolor
quiero quebrar contra el agua desanimada
y callarme sé que no voy a hacerlo
no sé guardar silencio
en este lugar
los espejos comunican el deceso
y asciendo al honor de verme de frente
ya sin miedo enfrento a la paranoia
ya sin paranoia afronto
tengo miedo
y no quiero asustarme más sobre el sentir
¿cuál es acaso el sentido de hablar desde mí si temo a vivirlo?
el sol entre los árboles del mar
la mañana
visión absurda del resto porque nunca hay resto
y esa es la pauta
-¿la clave imagina en la felicidad siempre?-
la desesperación
desguazando el resplandor impoluto
iconoclasta
y el entusiasmo descansa en los ojos
pero nadie puede descansar a los ojos
ciegos que abren la salida
sin verse a si mismos
el desconsuelo
el espanto
el consuelo no crea más ni descree
incredulidad
el árbol se abre y riega la tierra
-estoy afilándome-
en medio de la noche de las estrellas
el cielo está sembrado por nubes que limitan la luz
el cosmos se disipa,
la mente conquista la estrellas
entre números maravillosos de salud mental
la salvación se debe al regreso de las formas
las estrellas
pétalos divinos que se ven en palabras
descalzos
no estoy allí
¿estoy acá?
y mientras las visiones del lugar amueblan el concierto
del otro lado del sol una voz sentencia
-yo no elegí-
¿y dónde está la composición?
se fuga la necesidad
el cuerpo quiere dejarse ir
salir a buscarte
los ojos
la boca
los labios
la voz
los gestos
la piel
yo me pregunto si hay una red que teja
que entreteja el habla
y las paredes se entrecruzan en mis ojos
no distingo las preguntas internas de la voz
el entorno estudia mi vacío animal
el vicio del final que está listo para escucharme
y el llanto vive
sopla desde adentro
sopla con el viento
sopla la lluvia en el viento
siento el frío en la espalda
y los santos del sueño esperan por mí
quiero el deseo
amor
te deseo y no hay nada de más
la ciudad descansa y no habla sino con golpes
como canciones en el aire que se expresan
que cuentan
poetizas...
el corazón piensa
el nacimiento del sol
descubrimos, describimos
alumbramos, estamos sentados
el aire está frío
¿y las promesas?
finge la intriga, de verdad
¿no hay verdad?
no hay intrigas
certeza
a ciencia cierta dicen que el tiempo detiene al viento
entonces que se callen de una vez
el viento sacude la marea
y si para no muere
descansa
toma aire y arremete contra la falta de ritmo
y es quizás porque ese instante ya no está allí
no se encuentra
tiene que salir
ya no está muerto
ya estuvo vivo
además el misterio del caos
es una idea atravesada por tanta realidad que demanda excusas
y desde ese lugar nacen los dioses pulcros y terrenales
intentos por guardar silencio
-crecen las lágrimas y sueños con los pétalos abriéndose-
atemporales, ignotos
un segundo se va y vuelve
sin entrar en el futuro
solo eternidad
se ve la sangre en las aguas
la búsqueda de barcos encallados en mares invisibles
imbéciles los sueños del poder corrompido en pesadillas desiertas
el agua rueda dentro de la casa
las tormentas de llanto
en el alma,
no hay ausencia,
no hoy ni mucho menos mañana
no quiero de menos la literalidad
no abuso más de la cuenta
solo figuro mi fuerza en llaves para interpretarme a mí
a los ojos de la esencia desatada al aire
la fe desiste las máscaras
y el sexo es alma
y el amor es el cuerpo
muerdo la historia y estoy detrás
de frente al ruido
como si fuese mero sufrimiento
¿es la sentencia previa?
no quiero guerra externa
no quiero que lo interno sea acaso ajeno
los caballos sangran y me desespera el llanto
y sé de tu voz que ahora las letras están abiertas
y sé que la leyenda se renueva
las puertas del cielo
escalera de infiernos celestiales
yo te amo desde la palabra demasiado
¿cuando empezó esto una vez más?
como narrador soy un gran intérprete
y como intérprete poetizo bastante bien
me arrastro por la transparencia
en la transferencia la explosión se siente en la piel
arden las manos que digitan sin censar
dicen sobre la caída que sonrío de nervios
y es mi lugar tan vil
estoy jugando sin salir a perder
no voy a ganar
solo verte
solo verme
quiero correr despacio
sobre el mar
total el fuego se apaga si el agua le cae encima
ahora...
-¿por debajo?-
cuidado
pueden mojarte los pies
y así se empieza
suda el cuerpo y se moja el alma
sudan las piernas y las manos
que feo despertarse de noche extasiado
mojado
y quién disfrute de estar exhausto
allá la puerta del cielo
acá la puerta del sol
pero cada uno ve en consonancia con el teatro interno
y la causa...
el efecto de leerme es algo así como apoyar la cabeza contra la pared
con las manos acariciándome la espalda
respiro pensamientos y suplico dejar de hacerlo
la cuerda elucubra cimientos y pierde seguridad
la calma no resiste
solo el amor cruza el sol y la tormenta
deshace las nubes y arde
pero no duele
y sí duele a tirarse al mar
juntos podemos hacerlo
lo sé
tengo la certeza de la noche que se cierra en los ojos del pedestal
hablando con cuidado
¿sobre qué?
sobre el sueño profundo del que a veces no puedo salir
es la casa del amor que florece enamorada
primavera enamorada
estadío anterior al verano que nos vio listos para empezar la historia
a los ojos de la música
en una mesa de sábado a la noche
como un señuelo
un espía sumergido en el corazón del sábado a la noche
en la tormenta del sol hay jinetes verbalizados en gotas de lluvia
lágrimas sedientas que esperan la celebración en una noche
invitaciones
es de noche y así tuvo lugar la invitación
camino despacio
es un desfile, como una fiesta
y al salir camino despacio en primavera
el viento se agita
entre el verbo y el color el calor florece
y no te asustes
solo salí a caminar y te vi buscándome en el aire
en miradas cruzadas que se iban y amenazaba la noche con dejarte ir
silencio en la sala
y la película encendió en el alma
vos sabés
-no te olvides-
y yo sé que nadie tenía pensado olvidarse nada
de noche
¿quién piensa en el olvido?
desatados
librados al azar de las palabras
despiertos
tu amor me abrió y las manos tejían ideas
vendavales de palabras fuertes
a los ojos
escapándonos hasta quedar atrapados en conceptos
en los ojos
los días dirán qué pasó después
después
llegaron las manos al mar y ya no hay escapatoria
encandilados
y nadie estaba ya allí
adormecido por el deseo de los labios
la fascinación de querer entrar en el cuerpo y ser una forma
el nudo
finalmente desatar la contractura emocional del infierno
librados al encuentro
sumidos en la marea de las manos endiabladas
no hubo escapatoria
nadie nos vio por demás
no por propiedad
mi amor
porque el sueño es realidad aún girando
estrella que iluminas el sol y la luna con formas
es la forma que está en forma deformándose
ríos en los labios
la sonrisa como esbozo de alegría
y la risa como el viento que atraviesa al cuerpo
el alma
el centro del sol no se rinde sin resistir
¿porque?
sembrado la libertad con la fuerza del alma y el cuerpo,
desfilando en compañía de tus ojos
no quise morir en la pena y por eso vibro consumiendo la profundidad de la noche
camino descalzo en el fuego que arde y no me desvanezco
el agua avanza y persiste
y el fuego…
teletransportado en la velocidad de las palabras que no llegan nunca a cubrirme
no hay margen de horror
porque las manos también hablan
hasta mis ojos hablan por mí,
en serio, vos bien sabés
ahora las cejas se superponen una por sobre la otra señalando la veracidad
y sé que te estás riendo
y sé que ya no hay invierno
y por eso en idioma ajeno al vendaval interno
pasos y besos
y vasos y manos
y versos que no cesan y no me dejan caer
como flores vivas
perlas del verano azul soplando con el viento
mis párpados se caen
pero detrás hay una luz que levanta al cielo
camina descalza,
me mira a los ojos
susurra mi nombre y me dice
-¿amor, apagás la luz?-