Vomité el aire inmaculado

Baila y se divide en miles
giran las luces y las voces dibujan caras
y los espejos lloran.
Las puertas sensuales se abren,
los pétalos seducen y los sueños
desafían a los lobos.
Las cúpulas guardan historias
y los fantasmas son viajes extraños.
Reviven los regalos y las flores
que despliegan entre líneas
paraísos y cementerios
playas y nombres en la arena.
Cómo la espuma del mar celebro el trance perpetuo.
La magia llueve.
Las bocas sedientas se entregan así
el terror y el miedo esperan bajo la lengua.
Tengo el sol y lo siento propio
el tiempo arde en este viaje fugaz.
¿Cuánto?
La melodía es eterna y las líneas…
El silencio en las columnas de colores
la profundidad en el sueño
las manos tiñen el aire...
Sale el sol en los ojos del tiempo,
veo la forma
busco la palabra precisa
pero empiezo a caer.
Todos bailan
desfilan en el sueño,
cerrando los ojos
el triángulo de cristal se abre.
Llueve en tu piel bajo la luna fría.
Una voz dibuja formas
induce a la composición
digita el color de la historia...
Violeta el alma.
Las manos se adelantan
caen frente a la magia del diafragma
esbozando el fuego en su interior.
Caen en la fatalidad
luces las dagas y el olvido…
no te puedo mentir.
Todo se vuelve un abrir y cerrar de ojos:
es mágico,
desaparecer
El sueño es profundo
en el espejo de las páginas hambrientas…
Afuera!
La locura se incrementa y me pierdo leyéndome,
viajando en la gloria de las letras
testigo en la lluvia de cristal.
“Quiero ganar allí”
El nombre no importa
como tampoco el tiempo.
En el jardín!
ni su sombra,
(su boca desfila…)
tampoco su cuerpo.
El juego azul
en el sol que busca extraños
y ellos únicos…
El árbol en la puerta del laberinto,
y sus mentes
lloran la piel y la sed del tiempo.
Me perdí en el desierto,
esperaba tan sólo una respuesta…
Adentro!
del otro lado del libro.
Las puertas…
perdido en la búsqueda
sentí tu cuerpo
y me entregué al sueño.
La noche vestida de seda
me hizo silencio
llevándome al mar.
...y la pregunta abrió las puertas...
El desconcierto sobrevuela el cuerpo,
las pupilas atónitas gritan lágrimas.
Las palabras en el tiempo
un respiro
(cambio de aire)
nuevos cuerpos en el baile del sol.
Vuelo y me veo así
tiznando el aire
a la espera de tu voz
o el corte del final!
A la espera del amanecer
las locuras son un viaje
zarpan las hojas y los libros
(regalos y mundos abiertos)
la vendimia suena
las sirenas decretan el tiempo firme.
Los refugios anidan melodías
y las flechas desbordadas en el desconcierto
exponen a la bestia
víctima de la sobre exposición.
La luz nutre el alma
pero el brillo enceguece
encandilan los disparos
la guerra terminó.
Hablan desde las sombras
donde las nubes trazan el camino
lágrimas de sangre en la arena
en su desliz
deshizo sus ojos con sus dedos
buscaba deshacerse de las lágrimas.
Sus ojos amuletos en el suelo
la sangre corría por la tierra....
la vendimia suena
antes que te duermas...
la noche expectante...
el jardín del tiempo espera
sábanas de seda
el barco está.
Señas... trazos en el aire
y la entrega sobrevaluada...
el destinatario simplemente goza.
El dibujante sufre
y el poeta llora los versos
aúlla el dolor
y se aturde buscando el silencio
pinceles...
el éxtasis de la seducción:
El cuerpo se entrega al pensamiento,
música.
Sumido en la entrega del viaje
perdido buscándose se encuentra
su sombra se fue
perdido en el remolino esencial
amores de papel
la inconidicionalidad como palabra
la entrega
y el deseo proyectado en la espuma del cielo...
las aguas vieron tu música...
Vomité el aire inmaculado.