martes, febrero 13, 2007

si vieras los colores...

Atrás, tomando distancia del aura mágica que circunda este cuerpo, sólo puertas y ventanas, melodías y palabras que callan en ecos, los párpados se abren. La luz se acerca hacia el final intentando despegar, explicando que las ramas de éste árbol siempre estuvieron separadas. ¿Encanto? Las semillas se atrajeron y su miel deshizo los abismos para tejerse y forjar un diamante vital. Quiero tu ventana para mí. El triángulo de fuego se esconde entre las flores de la vida y al barro en el cual transcurren las historias de la esencia algunos los llaman Voluntad. El tiempo no está y son las sombras como musas de su misma luz las que forjan el grito tenaz, preciso y anticipado encarnando en sí el espíritu crítico atravesando las puertas en cuerpo y alma, la razón eclipsada por el deseo y la sed. El grito sagrado cumplió con las expectativas siendo éste el inicio de los colores, la confirmación de un gran retazo con flores y mieles que atravesaron los paraísos oníricos y terrenales tan despiertos como la razón y el ojo del cielo. Imaginar un oasis de luces, volar y salir del sol. Llévame a donde vayas, nadie sabe nada aquí. Los árboles y su silencio lacerante, caen lágrimas de cielo. Pienso quizás en tu cuerpo disuelto en el mar de sábanas y es tu boca una puerta hacia lo desconocido, tengo el pasaporte a la libertad entre tus ojos dispuestos a ser el sol. En este pasaje algunas cosas pierden la cadencia que a veces me caracteriza, pero será por la energía o bien porque el mensaje esencial es tan sensual y con tanta pureza que cualquier palabra que intente explayarse será mera retórica. Una voz en el aire. El sueño se abre: demencial. Se van sin tiempo y esta flor… La belleza. Estoy en un oasis de color y es la luz. Recurren aquí sin respuesta, la necesidad de la expresión. Desapariciones en partes y el dolor, el arte que desarma la lluvia y la ilusión divina por salir a ser el sol. Siembran un destino incierto y entonces sólo queda esperar imaginando una puerta. Si vieras los colores y pudieras hilar mares de historias trazadas en el tiempo. Si abrieras el telón de los sueños y las ventanas tuvieran tanta luz como la de su sonrisa. Si los ojos desvistieran al tiempo que se va refugiándose en palabras que decoran el cielo. Si pudiera oír y abandonarme en este momento para volar con su voz en silencio y desaparecer como la espuma que se desarma bajo el sol. Si las sombras que sangran por lo bajo salieran a la luz y no se frenan al atravesarme entre los árboles del bosque. Tan lejos del final. Es crudo el punto en el cual estoy inmerso y me sumerjo en las aguas de esta búsqueda. Si pudiera volar y escribir que la puerta está abierta y son tus manos las que no pueden moverse. Si vieras que no tengo que ser transparente, lo candente es lo que se atraviesa por la luz... Mañana como la justificación de un escenario para este sueño. El tacto demencial, la pasión natural.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

ya tuvimos una pequeña charla sobre esto. ya te dije, brevemente, lo que rescaté.



lio.

7:07 p. m.  

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