lunes, diciembre 29, 2008

el sueño de escribir como inversión y proyección del deseo por sobre el miedo a quedar en silencio, a pensar en no poder escribir nunca más. Yo Creo.

"eso es lo que vos crees... nada se rompió"


A ver cómo empezar,
cómo.
Quiero escribir y poder decir
y poder salir
quiero verte bailar
pienso en si siento
pienso en si el sentir es real
pienso en si el sentir es cantar
pienso en si el fluir es el mal
en si decirlo es el mar
en si callar es acaso el bien
yo no sé
ya no sé
ya lo sé
si es cierto
esto es la verdad, eso es la verdad
Si yo se y con eso qué...


me duele el dolor
me duele el ardor
me duele el amor.

Extraño,
que extraño.
¿Qué extraño?
extraño...

el centro de la gravedad.
La lógica que se antecede incluso a la palabra y desde ya también porqué no el deseo.
Ya no quiero callarme más
hoy entiendo
ya lo sé, no es tiempo
no me quiero dormir de espaldas amor
quiero la luz del color.
Mi amor.
¿Qué pasó?
¿Quién sabe?


Yo estaba ahí parado
sí, me llamaron a subir al cielo en la tierra
al menos una vez
al menos otra vez
otra lectura
una voz
para qué
para quién

para mí, para él
para vos, para dios

el poder como fuerza
y el poder desde mí
un abismo
el límite
el pudor, el sudor
tus manos
quiero verte bailar

quiero verte bailar ahí, así
para mí.

Restos, retazos, rastros
y es la imaginación.
¿Cuál es el margen?

Entró al cuadro caminando
sólo se ven sus pies.

Es como vivir.
-¿Cómo?
-Sí, como un vivir.

Sin fin desde donde ya no voy a decírtelo
Tengo que guardar silencio, lo sé
debo hacerlo.

¿Cómo sonreír en el sueño
si no dejo de soñar y ya no sólo despierto?

No sé si es tan extraño, pero pienso que no es sin querer el escribir otra vez con lápiz en un nuevo final de año, sabiendo que las hojas se manchan, se ensucian,
que las palabras se borran, que las palabras se deforman.

Digo que el silencio clamará por mí.
(En silencio).

Estuvo sentado ahí yo más de una vez y por eso es que yo no quiero volver,
nunca nada es igual,
lo sé, es un respiro
lo sé, como un deseo.
Recomenzar, se recompone.

No quiero reescribir.
No quiero sobrescribir.

Ahora que lo siento.
Claro, sí
Ahora que lo siento.
Esto era.
Esto es.
La idea, el cenit
una imagen, una sensación
un sentimiento, una vibración
la falta de aire, la respiración.
Esto era.
Esto es.

Esto es extraño…
Esto.
Esto es.


Como nunca antes.
Como la primera vez.
Una palabra conduce y sin mirar hacia delante yo te toco cuando nadie nos ve.

Es infecto mi amor,
El amor es inmenso.

¿Y acaso uno se remite al público de, para saber si puede escuchárselo?
Según la tribu en la que uno se regodee es que se señala con el dedo apuntando hacia afuera de uno, sobre/hacia el adentro de otro.

Una cruz sutil se estrella
y se cae reventándose,
y se reinventa al caer
el momento
instante eterno
en el que atraviesa el suelo
a los ojos de quienes atónitos
no entienden que el cielo es un sueño incluso en estos tiempos,
incluso para vos, incluso para mí.

Veros opuestos que corren
sin saber por qué,
Ellos no saben
yo los vi
corrían, sólo corrían.

Con gracia, con calma
con liviandad.
Despacio, de espaldas
sin piedad.
Y sí, prefiero caminar de más
ya me fui
hacen de cuenta que no me ve,
que no me oyen, que no miran,
hacen de cuenta que no me ven.

-¿Y sí la culpa es del viento?
-¿Del destino querés decir?
-¿El destino no es acaso el viento? Quiero decir el aire que cierre el aire propiamente dicho, el aire que recorre y nos atraviesa y hace de nosotros la vida, la historia, el instante y pienso en el viento, como clima, como estado del tiempo.
-Días de lluvia, cielo nublado.
-Luna abierta al amanecer, sol rojo como la sábana roja.
-Es el color de la sangre.
-Es el color del sol.
Es el color del amor.

Miro mi mano.
Sí, esta mano que se mueve de izquierda a derecha.
Sí, con la cabeza apoyada sobre el lado izquierdo en el antebrazo derecho, y veo con el movimiento diagonal de los ojos, cómo se dibuja el trazo de lo que escribo aquí en el papel ahora en este preciso momento.
Dylan canta.
Dylan me canta al oído
susurra su voz cruda abierto a la sangre en baldes de lluvia
lluvia de sinceridad
y miro mi mano
mi mano que hace fuerza
mi mano que buscaba besos en tu boca
Y pienso en el deseo
y pienso en el entierro
y pienso en el cielo
y pienso en el encierro
pero miro mi mano y pienso
y pienso en la palma de mi mano
pienso en mis dedos
siento en mis dedos
siento por mis dedos
veo por mis dedos
un ojo parpadea en mi palma
lo siento,
se abre y se cierra
lo veo,
veo que escribo al mismo tiempo que se graba en el papel
lo leo
lo pudo ver
y veo
y busco un dibujo
de atrás, visto desde atrás
eso es así,
de espaldas
está de espaldas
es una mujer
puedo verla,
es la espalda de una mujer
una mujer en un cuerpo
una mujer en el sueño
veo la espalda de una mujer
suave, lento
puedo sentirlo,
lo puedo ver, tiene una marca en su espalda.
Quién será ya no importa.
Una espalda con una marca igual a la que el ojo de la palma de mi mano.

Si meto el dedo anular dentro de mí, dentro de mi oído,
sin taparlo del todo, todo se tiñe a metal.
¿Por qué?

Recuerdo y veo cuando estoy escribiendo esto.

Nunca el dueño, eso jamás.
Quizás el despertar,
La pena de llorar dormido o soñar extasiado
pero nunca dueño.

Tanto es el odio para quien habla simple y expresa con musicalidad la que por lo menos y por lo más, un significativo número de seres se siente a gusto sin asesinar, ni corromper a nadie, simplemente oyen, escuchan, cantan o tararean sus composiciones.
¿Por qué? Bah, qué se yo. Eso sí, se jactan de la imposibilidad de uno de abandonar la danza retórica de las palabras difíciles, bufando también por la incomprensión de la simpleza y la decantación en una primera lectura.

Te veo
no, no te veo
intento verte
sueño verte
incluso quiero verte
pero no te veo
no puedo cerrar los ojos y verte.

¿Por qué?
¿Porque me encerraba en el baño?
¿Porque me daba vuelta y hacía fuerza para dormirme?
¿Porque quería enredarme en vos y te miraba dormida?
¿Será por esto que no te puedo ver con los ojos cerrados?
Será porque mi mano extraña tropezar con tu lunar recorriendo tu espalda siempre por primera vez?

¿Cuál es en realidad la hora de la noche?
¿A qué hora empieza la noche?
¿A qué hora muere la noche?

Escucho un ruido que viene desde atrás de la pared,
es raro, como una máquina, como un motor,
no llega a ser un ruido blanco, seguramente tampoco sea un ruido sordo.

Caminante con ojos de carey
pupilas de cristal negro
una máscara para volar
y vibra en la certidumbre fiel
una rosa
capullos de miel
abierto el agujero
Solo al aire y en los ojos
talla, escribe
graba en el tiempo
viento inmortal
su forma
a escribir el aire
dejo de pensar en pérdida
no más
no cesará la recaudación
síndrome de la abundancia.

Falta el olor a casa.
¿Dónde está?
¿No está en mí?
Un día antes a mi cumpleaños,
hace 15 años
vi un semáforo en una luz
miedo a la muerte de la imaginación
cielo de nieve
una sábana de algodón.

¿Cuán grande es el abismo del silencio?

Y espero al amanecer pero no sé cuánto, la medición aquí no es por tiempo,
no es por cantidad,
tan sólo esperá a la ciudad.
Tan solo calor. Tan solo silencio.

La sonrisa en la pared,
y bajo el agua oscura:
-Es para vos.
-No lo veo.
-¿No lo ves?
Es un sueño que baja hacia aquí
sin voz.
-Mejor no digo más nada.
-Tranquilo, nunca nos vamos a quedar sin habla.

¿Despacio como velocidad o como súplica?

Quiero viajar a vos
y espero
la noche espera también
el día espera.
Quiero viajar en vos
y espero.
El día espera también
la noche espera.
¿No ves que aún es de noche?
¿No ves que hay un lugar?
¿No ves que la luna se envuelve en su frialdad?
¿No ves que estamos cerca?

Brillas para mí en el umbral
aquí para vos el bosque
destino tibio de aromas viejos
añejo el dolor
yo no anhelo el miedo
más bien cierro los ojos y ya no hay magia.
¿Dónde está el corazón del jardín?
¿Dónde está la ciudad que fundó en vos la mitología del poema?

Y como duele la noche
el olor a viento
casi por dormir y en un llamado me entrego al sueño.
Ya no hay por dónde salir
y el por qué
semblanza
hay una casa en el mar que mira al sol
mato y muero por vos.

-Tenés que escribir.
-¿Por que?
-Es tu arte. Acá tenés hojas, lápiz y una birome.
-Pero yo…
-Está bien por eso te trajimos una lapicera y un cuaderno.
-Uhm…
-La tinta es negra y los cuadernos, uno es de tapa dura y el otro es flexible.
-A ver si entiendo…
-Tenés que escribir.
-¿Por qué?

Todavía vibra el infinito aquí.
Acá adentro recuerdo en rencores
hago fuerza para salir de mí
es la casualidad
pero al pensar todo dentro de mí se retuerce
como el fuego que derrite las olas.

Siempre salir a correr
y ya no quiero escapar ni esconderme
una flecha marca el lugar
adentro del palacio
en formas como una canción
en la ventana,
dejame ver
salir a jugar
hermosa la mañana
gira el viento alrededor
el cielo sabe que nada se rompió en realidad
y yo no creo en el quiebre ni en la muerte pero me caí
sueño que sueño en un sueño en el sur
el color, la espera,
verde, rojo y azul.
Una lágrima a orillas del río me vuela la cabeza como la fuerza del viento
volando en el mar.
¿Por qué?
Porque el cielo es azul.
Porque el cielo es real.

Dibuja un mapa
una razón, una oración
el encanto
un cortejo de amor
yo no sé si es que hay algo pero me tengo que ir
creeme,
se queman los números que llegan al sol
nada hay en realidad.
¿No hay acaso ya más nada que aire?
¿Dónde se fue la memoria?
¿Dónde destilaron la ceremonia?
¿Dónde florecerá nuestra sangre?

Flotan sobre el mar, brotan,
florecen a la mañana en la montaña.
Ahora parece irreal.
Ahora parece ideal.

Te vi en un rincón
fotos en el mar
y la risa livina desarma la rigidez de mi sembalnte al alba
y todo fue aquí
un llamado a los ojos
un aleteo del cuerpo
corazón de mar abierto
un dolor intenso
un ardor violento
una voz adentro.


1 Comments:

Blogger Unknown said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

12:05 a. m.  

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