miércoles, diciembre 17, 2008

- estado de excitación -

“La gente de aquí
se ha convertido
en la gente
que finge ser”
27/7/1981 Sam Shepard


….y dónde vas
y dónde voy
y por qué…

Las calles de la luna
camino a tus pies
la bruma se cae
y en un quiebre de la voz
la ciudad en la avenida mira alrededor
juega con sombras.

…y dónde estás
y donde voy
y por qué…

Un nombre como un rayo
y yo que no digo nada
y la voz que nada dice
arena manifiesta
corte desplazándose alrededor.

…la última voz...
la última vez…

Subir por la avenida a la luna
buscando el viento
vuelvo al mar
otra vez
la voz que solo gime.

Todos los huesos pueden y deben surgir
en el centro del abismo
en el umbral,
beso de luna.

Usando el tiempo
¿Cuánto falta?
¿Qué es el tiempo?

Un reclamo en una función
y el deseo y las ganas
y no puedo imaginar, no
si no puedo imaginar un mar sin vida
y no puedo imaginar, no
no puedo imaginar un mundo sin color,
un sueño dormido hasta llorar
rápido
y de qué hablamos
rápido…

…nada de velocidad
reclamo la calma
incauto quiero decírtelo
…despacio
por favor despacio.

La mala mezcla de color
exceso en el contraste
caminan a la par juntos en descomposición parecen impuestos
presentes corriendo bajo la escalera
caminando
siempre en un jardín
corriendo
siguen al conejo blanco
sin brillo
son solo colores
son solo luces
señalando el río
hablándole al río
mirando al mundo alrededor
entre las manos superpuestas renace la fuerza del color
la fuerza que no muere
cambia de forma
no muere, deforma
no muere, se mueve
la fuerza renace entre las manos superpuestas del color.

Brota la voz en los ojos del dolor
Baires al sol
descalza de vuelta a la lluvia
dorada la miel que viene desde allá
¿Cuánto más?

No puedo explicártelo
de las manos una noche no desaparecerá en el ardor
sabe la sabiduría a lluvia
en la luna hay calles que caminan a tus pies
adiós
un puente despidiéndose
una escalera en un tren al sol
despacio
el tiempo siempre
al borde
un reloj en el bosque.

Quiero verte bailar sobre el mar liviano
anhelo las manos en el árbol rojo
palabras al acecho en una caja y una flor…
¿Cómo estás así?
Un mar sin color
un beso de miel perdido.
¿Dónde estás?
¿Cuándo volveremos a sembrar el alba?
Y en las flores inmortales yo te veo a vos
al oído en un susurro,
yo hoy tuve un sueño con vos…
fotos en el mar.

Cómo no representar tu nombre
Cómo no traspapelar tu nombre
Cómo no querer jugar tu nombre
Cómo no fundamentar tu nombre

Te imagino imaginar imaginándome.
Despacio
no hay lugar
sin espacio
no hay lugar
la ciudad ya no me advierte a mí
el ostracismo ya no es un estadio de conciencia.

Viajando sí, me subo y me voy
sábado a la noche
a la salida de la radio
noche desierta
noche de arroz
desde ayer.
Desde hoy
como una perla sí,
un poema
la luna es una perla y voy
sí, viajando y me subo y voy.

Amor entre palabras que no suenan más
transitan como ecos en mi habitación
me despierto temprano pero ya no hay más trenes
amanezco cantando pero ya no hay más reloj.

Cómo no representar tu nombre
ya no puedo escuchar la voz
necesito sí, algo más que tiempo
y todo escrito está ya en el viento
quiero creer y elijo hacer
dorado amor el dulce frenesí
y en la canción del mar si hay dos hay dios.
¿Cuán alto estás?
¿Cuán grande voy?
Extraño el cuerpo al caer.
Extraño la noche abierto
y oler la piel
la transformación en formas que no quiero ser
que no vi llegar
que aún hoy tienen sed.

El cielo enterró a la luna en la oscuridad
te vio caminar sola.

18 minutos de cielo
y los besos en espejo
atravieso la pared
y corremos en velocidad
hacia adentro de la flor
ya no hay lluvia
ya no hay muerte
quieto espero el canto
la sonrisa de la luz

Y al llegar la mañana en paz
en gotas de lluvia dibujándote
en formas encontradas
en lágrimas misteriosas
Y es la miel en tu panal
el sueño inmenso reflejo de ciudad
la furia del cielo
¿Quién intentará destruir la lluvia?

¿Y qué pasó?
¿Y qué fue esto aquí?
La libertad desentrañada
Se esconde el sol
es la mañana
y es que aún no hay quien cree.
-Pero yo no entiendo- replicó la voz.
¿Y yo?
¿Y esto?
Yo tampoco entiendo
-¿Por qué escribís? ¿Por necesidad?
Porque no puedo hablarte.
Porque no puedo decírtelo.
Porque no puedo encontrar la forma que al hablar decante el deseo.

Quiero ver tu disfraz
un vestido te arropa el miedo
una flor me habla
una flor cayó
tiñó de verde el panal

El cruce del tiempo pasa sin mirar atrás
en un sillón, acostado entre las flores
nadie mira la pared
nadie mira
nadie ve.

Tu cuerpo espera
es la sensación que despierta al sentimiento
lo que espera
lo que espero también.

Como un reloj
el tiempo
el viento
el sueño
y pasa.

Todo atraviesa el aire
gira, da una vuelta y se va
como una ventana
en tu oreja
una palabra
un poema
mi voz.

Un mañana sin más
un mañana
sin horas, sin hoy
un mañana en el vidrio,
a través de la luz la mañana.

-No quiero ser historia.

¿Por qué no hablamos más del inicio?
¿Por qué no hablamos más del principio?
¿Por qué nunca perdimos el juicio?

Salimos a caminar.
Nos fuimos de ahí.
Hacía rato que no estábamos ahí.
Alrededor.

A quién puede venir a decirte que no fue así,
después de todo vos desde tu lugar simplemente viste o actuaste desde la raíz,
desde abajo,
llena de tierra.

Fotos en el mar.
Fotos del mar.
Fotos desde el mar.

El riesgo de esperar la noche para poder salir a oler el tren.
Pocas veces pude sentir y explicártelo.
Cercano a donde dije estar estabas vos.

Quince más para ver caer el sol.
Desde adentro no habla el fin
al final no es el lugar
no el hecho
más bien el cuidado
la fortuna de echarse a volar
el viento me toca la cara.
Necesito respirar la voz como un eco
un susurro sin color
quién dice bonito
no es por distinción
quizás hartazgo, quizás no hay sol.

-¿Dónde estabas?
-¿Dónde estás vos hoy?
-¿Ya no dormís de espaldas?
-¿Ya no escuchás la voz?

Después de allí salimos a caminar en mí, las voces no eran mías, era simplemente yo, suelto de la presión del cuerpo lidiando con el alma, yo vi tus ojos, yo vi el amor. Sentí el llegar convertido en noche, una promesa, la voz, una esquina, fuimos a buscar la voz, a secar la sed, a jugar en dos.

La confusión siente a la esencia en el río
la desolación busca el aire en un recuerdo.

Y me siento abierto, abierto veo y miro, y escribo así, acá,
necesito derribar las puertas, ya ni los árboles,
no hablo ya del bosque, no figuro ya más paisajes bucólicos,
no sé si acaso los jardines están secos ya,
si acaso han bebido toda la sangre,
si la tierra ya no subirá por mis piernas,
si acaso ya no intentarán embarrarme a mí para hacerme carne,
para volverme raíz, ya no.

Los lirios perdidos están, deliran, y el pacto, promesa de amor, y es de noche,
¿yqué puedo hacer?

Tensión, sí, por el tiempo.

¿Acaso otra vez hablar de la necesidad de la paciencia y la tranquilidad?
Dejo caer de mí una lágrima y al caer revienta y resucito al verla explotar, sí.
¿Dónde está tu cuerpo? ¿Por qué? ¿Y por qué no está con el mío?
Tu alma. Tu alma.
Mi amor.
Aún ahora, a una hora.

“Hermano:
Silencios de una propia cruz
el bosque donde vimos nacer la flor”
Leo Moreno