viernes, septiembre 14, 2007

La venganza!

Un verbo lacerante,
fruto del amor dulce.
El silencio estigmatiza la duda.

Arden las lágrimas
y la piel se quiebra en mis manos,
la sangre no está.
Arden las lágrimas
y la piel se quiebra en mi cuerpo,
el aire no está.

En el aire las bocas hambrientas riegan el sueño,
dedos crispados en el vacío sin belleza
descreyéndote,
caminándote,
vacilándote también.
Sinrazón.
Melodías en el viento,
quiero subirme y la armonía reluce entre los labios.

La belleza,
un espejismo de saberte así y encontrarme solo:
sin mi piel
sin mis manos
sin saber.

Desfilando en el tiempo a la espera de la espuma.
Digitando:
la locura esperándome

Abriendo la ciudad del sol
las luces no esperan por mi sombra,
ya no siento el disfraz.

Sobre sus cuerpos sedientos radica el brillo seco
y si me voy es el sueño,
y en la búsqueda la luna mira hacia atrás
y en mis ojos dos cuerpos copulan,
y las palabras vacías rellenan tus espacios hambrientos,
es la piel.

La historia roza el fuego y me sumerge en la distracción.
La desesperación desmedida de sentir aire puro.
La veracidad, la velocidad.
La necesidad de salir de aquí y soltar con fuerza.
La fuerza desenfrenada.

Siempre abriéndote a la ciudad del sol,
donde las puertas se atraviesan sin volver,
donde la sangre simplemente suplica el tiempo
y así reírte de la tierra desde el otro lado.

Enfundada ceremonia del exceso en el viaje hacia la sabiduría de la excelencia,
en la búsqueda de mil soles calientes como lunas fóbicas de la noche,
una súplica, un cantar,
el despertar de un ánima dormida,
la festividad tribual,
yo también quiero
pero no sé si acaso podría salvarme yo.
¿Quién irá a decir entonces que fueron las sombras de noviembre?

Voces perpetuas del juego vital.
Y ahí en la sincronía de la entrega titulada venganza
todos rendidos a los pies del sol
cómo rehenes de la genialidad erizada en si misma
cómo rehenes de la discapacidad vocal propia
cómo rehenes secundados sí por cabezas sedientas
cómo rehenes anestesiados por sus propias manos.
¿Dónde el fuego de las aguas?

Las sombras
la referencia
la irreverente irrelevancia de la genialidad desprovista de luz
destituida desde el vamos por el sacrilegio del respeto
y la enferma justificación del qué hacer contra las gotas de aire
contra las mariposas sedientas de gritar hasta decretar el silencio perfecto.

4 Comments:

Blogger Caro Moreno said...

Me quedo con:"Abriendo la ciudad del sol
las luces no esperan por mi sombra,
ya no siento el disfraz"
me hacés pensar en mi disfraz, eh...

las luces nunca llegan, tampoco pienso buscarlas.. eh.. ya me vendrán a encontrar

Muy muy muyyyyyyyy lindo lobo, este hasta los que he leido es el que más me gusto, y eso que es difícil elegir...

1:32 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hermoso... como siempre!
Te quiero.

11:24 a. m.  
Blogger Leo Moreno said...

La improvisacion selecta de la luz.
Donde estas?
Donde voy?

8:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

y te convertirs quizas en monstruo de laguna!

11:02 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home