domingo, mayo 09, 2010

un poco más arriba

Estaba esperando que me escribas… hace varias lunas que quiero saber de vos. Me gustaba cuando conjugabas en presente, cuando vivías sin tener que mostrar tanto los dientes. ¿Qué pasó? ¿Por qué tenés las manos secas? Yo estoy mejor, gracias por preguntar… Si, si, estoy laburando mucho el cuerpo. Si, es cierto la idea es jugar a volar, llegar bien arriba, cada vez más arriba, en una de esas acostumbrada a viajar con vos reluciré una vez más mis alas para planear ante cualquier caída, no vaya ser cosa que me acerque mucho al sol… Leyendo mucho la verdad, a vos te leo mejor con tus palabras, menos rígido, pero te siento más elaborado… Claro la sensación que el fuego está demasiado lejos, ojo pero no lo digo mal. Quiero decir, hay un fuego marcado en estas palabras, pero sé, mirame a los ojos cuando te hablo, que la dimensión del fuego es mucho más grande y seguro, también será mucho más caliente. No te lo voy a negar es cierto. Algunas noches de invierno pensé en jugar a buscarte en algún que otro pantalón, pero esas piernas que venían dentro no eran tuyas… Me contaron que te estás entregando al ron. Tené cuidado. ¿Ah pero lo cortás con limón? Y sí, sino es demasiado dulce, no vaya a ser cosas que te empalagues… Es muy dulce. Leí una vez que es algo así como una especie de licor de azúcar, la verdad que no lo sé. Si por unas Cubas libres… así dijeron a finales de XIX ¿no? ¿Ya no bailás más? No me digas que dejaste de mover tus pies. todos sabemos que hay una referencia marcada. Saliste hablando de la muerte de salir a caminar, de sentir el viento en la cara una vez más como todas otras tantas noches. ¿Todavía Salís a cantar, a lucir tus dientes a la noche hambrienta? ¿Todavía caminas entre la niebla por la mitad de la avenida, sorteando autos? La verdad es que si, hace frío. Siempre hace frío. Che tenemos que dejar de lado el clima de la ciudad y devolvernos a nosotros algunos ratos libres sobre cómo hay que adornar con besos el silencio que reina en el aire. A veces me levanto a la mañana y antes de desayunar pongo a todo volumen esa canción… ¿Te acordás cuál era? “amar, amar, amar, amar”. No sé, tal vez… Te afeitaste. Salvando las distancias, si, hoy tal como ayer… Demasiadas referencias a algo que no sabemos bien qué es… ¿Y entonces? La misma calle el mismo bar, porque si, como un fantasma sé que vas a estar ahí, con esa jarra borracha de alcohol. Yo no me olvido. A vos la cerveza te despierta el amor, te suelta a palabras libres y casi sin pensar simplemente distraés todas las rosas que giran a tu alrededor, casi como un cementerio, estás encerrado entre todos tus cuervos y algunas que otras muertes que no se despegan de vos. Volvé a la vida. Venite conmigo alguna noche a volar. Vas a ver, te va a hacer bien, nos va a hacer bien… Te decía. Afuera está la calle. Hoy es domingo. Salgamos a caminar… Tenemos que dejar al corazón, callate un poquito, y sacalo del cajón. El libro no, el deseo… Tengo pensado seguir hablándote hasta que se acabe este disco, así que bancátelo. De vez en cuando me acuerdo de los libros. Ah pará que quiero contarte algo. El otro día me acordé de Waits, si caminaba por la calle y un señor alto con la voz gastada muy elegante con zapatos en punta y galera cantaba Martha, te juro… ¿Vos decís que puede ser él? Jaja, Qué loco! ¿Y ahora cómo hacemos? Vos tenés mi teléfono. Ah no, el viejo… Si el viejo, ya sé, no fuimos juntos al final. Dicen que está mejor, que ya no corta los shows a la mitad, exacto. El otro día en la radio decían que estaba más atento, más respetuoso de dar un concierto. Buenísimo. Qué mejor que esté vivo. ¿ O no? ¿Y quién te dice?... Es que yo tampoco sé manejarme con los climas. Quizás no haya mucho que decir, digo, las palabras mucho gusto, así como también el paso del tiempo. Es que en el fondo nada se repite, y en algún punto es mejor así, sabemos que nadie quiere que todo sea igual que antes. Sí, lo sé yo tampoco hago nada por seguir el envión y despertarte… ¿Sabés cuántas veces esperé estas palabras? No tenés idea lo que estás diciendo. Pero yo no soy el mundo. Yo soy yo. Entonces hablá conmigo carajo. Si me haces calentar. Al final siempre todo tiene que terminar para la mierda. No te estoy pidiendo puntos medios, pero tampoco… Depende, para el caso tampoco vinieron de vos, bueno hoy sí, recién empezaste vos y aquella vez también. Bueno, pará. Sólo eso querés. ¿Solamente eso? Ya sé que no hay garantías, y yo tampoco las tengo ni mucho menos las quiero. No, no me importa. Si cada tanto prendo la radio, porque sé que vas a estar vos. Cada tanto me acuerdo de eso de Vinicius que leíste una vez, pasa que se me mezcla con algunas canciones de Charly, eso de ven hasta la casa, la casa de armazones blandos. Eso Vinicius decía que la poesía era como una casa, y para vos el amor es como una casa. Bueno nene se termina el disco. Un gusto una vez más. Un Beso, cuidate mucho.

1 Comments:

Blogger Fer said...

uy! Lobito! es una carta de amor que hubiese escrito de no ser vos a alguien que extraño tanto tanto como a un hogar.
gracias, una verdadera belleza!

Fer

7:17 p. m.  

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